Voces nocturnas


Una noche oí como hablaba la luna. Su cara rojiza y brillante parecía sonreír. Yo no sabía qué decía, pero Selene murmuraba algo. Unas nubes irisadas y algodonosas acariciaban con infinita suavidad el orondo rostro de la diosa. Las nubes parecían asentir con seriedad a las razones de la luna y se retorcían voluptuosamente dejando un halo lechoso en el firmamento. Y yo no sé de qué hablaban.
La noche, tierna y cenicienta, abrazaba con su tenue oscuridad las cadenciosas palabras que irradiaba la naciente luna. Y la noche callaba en un silencio claro y respetuoso.
Mirad cómo surge la luna de las entrañas de la mar. Primero asoma tímidamente su fulgurante faz desde el remoto horizonte manchándolo todo de su lumínica esencia. Luego se muestra radiante y feliz sobre las aguas. Yo sé que ha hablado con los peces. ¡Qué de cosas le habrán contado! También algunas estrellas caídas del espacio sideral a las profundidades marinas le habrán susurrado palabras diáfanas como su luz blanquecina. Y la luna, nuestro divino astro nocturno, ha escuchado cada una de estas húmedas voces con atención y desenfado.
La luna me mira con simpatía y complicidad. Sabe que la he visto hablar. Y no dice nada. Yo la miro y se iluminan mis pensamientos. Todo parece más próximo y transparente. Selene brilla poderosa y triunfante en el cielo de la noche, y yo siento cómo sus invisibles rayos áureos me atrapan y me envuelven en un mar de inefables sensaciones.

4 comentaris:

  1. Ah, la luna, cómo no escribir de ella en este mes en que la luna es la más hermosa del año; por lo menos acá en México, incluso hay una canción que dice: De las lunas la de octubre es más hermosa, porque en ella se refleja la quietud de dos almas que han querido ser dichosas, al arrullo de su plena juventud...

    Me has dado una idea para mi próximo post.

    Saludos

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  2. Qué tendrá la luna... que nos vuelve tan...
    Gracias por visitarme.

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  3. ¿Hablas con la luna eh? Que el embrujo de luz te siga cautivando y arrancando poesía de tu alma...

    un abrazo

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  4. Podría hacer mil poemas de la luna y quedarm corta. ¿Cómo puede ser tan alucinantemente bella?

    Un beso!

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