Todos tenemos recuerdos olvidados en algún rincón de nuestro entendimiento. Ahí donde se guardan las vivencias que ya no recordamos, habitan los fantasmas del olvido. Es tiempo furtivo, escapado, tiempo que no existe más que en la fantasmagórica mente del olvido. Pero no es tiempo perdido. Nunca el tiempo es vano. En este desván de nuestra alma podríamos encontrar montones de historias olvidadas que yacen a la espera de que algún susurro, alguna nota de una canción, algún olor, les insufle vida nueva y los convierta en recuerdos.
Hoy acabo de olvidar aquellos días luminosos en que jugábamos bajo la luz del día mis amigos y yo sin miedo al futuro. No logro recordar, porque lo he olvidado, aquellas calles de mi infancia vacías de coches. Ya no me acuerdo de los momentos que pasé junto a mi padre navegando en un frágil bote junto al faro. No quiero olvidar aquellos años de principio de la década de los setenta en que mis amigos y yo íbamos a pescar gambas en las rocas del puerto bajo la mortecina luz de una farola que manchaba de oro las aguas calmosas. Haré memoria y veré aquel niño cargado de libros que, subido al autobús, iba camino del instituto. Quiero rescatar del olvido aquel día que me miraste con ternura y con un tanto de malicia, hace ya tanto… que lo he olvidado. Podré olvidar aquellas tonadas suaves y acariciadoras de una canción que me hizo decirte que tú me gustabas. No quiero olvidar, pero he olvidado, tu mirada de niña enamorada que pedía mis inexpertos besos. Hasta he olvidado, amor mío, que cuando nos conocimos, te mentí, y te dije que tenía quince años, cuando en realidad tenía diecisiete. He olvidado tanto que mis recuerdos se han convertido en sueños.
Los recuerdos sirven para tejer fragmentos de literatura, pero por lo demás mejor mantenerlos apartados. El presente es más decisivo, es lo único que tenemos. El pasado es irrecuperable y ya no existe. Un saludo.
ResponEliminaQué bonito,colega... El mundo de los recuerdos y el de los sueños van a veces muy unidos. Hay momentos que quisiéramos borrar para siempre y otros que desearíamos eternos, pero unos y otros nos conforman como somos, están ahí aunque no los veamos, quizá agazapados, quizá explícitos, pero siempre en cada célula de nuestro ser. No podemos volver atrás, qué pena no poder aprehender aquel instante mágico con aquella persona tan especial, y qué dolor no poder eliminar aquella sensación de rabia ante una particular frustración. Hay recuerdos grabados a fuego y otros diluidos en la niebla del tiempo. Vivencias, anhelos, deseos... Todo tiene su importancia, sea su sabor dulce o amargo. Cierto que sólo tenemos el hoy, quizá es el pasado el que nos tiene a nosotros. Ese camino es el que hemos recorrido hasta llegar a donde estamos y nunca desaparece del todo. Como dice Serrat: "Son aquellas pequeñas cosas..." Y sí, nos hacen llorar cuando nadie nos ve.
ResponEliminaUn abrazo.
De todas formas siempre recordamos lo que más nos llamó la atención, no solamente los buenos recuerdos, también los malos están en la memoria, los que más nos marcaron, pero desde luego, es más positivo recordar los más bellos, son los que más nos ayudan porque para recordar los malos es mejor intentar olvidarse de ellos.
ResponEliminaUn beso.
Imagina una vida en la que nunca echásemos algo en falta, una vida sin recuerdos porque los recuerdos fuesen el presente... No existiría entonces la nostalgia, la melancolía, el dolor de las pérdidas irreparables, pero tampoco existiría la poesía, ni el arte, ni la memoria. ¿Qué sería entonces de nosotros?
ResponEliminaJoselu: Todos estamos inmersos en el presente, nos atrapa y nos hace suyos. Sólo puedo escaparme de él cuando me sumerjo en la sima de mis sueños. Me gusta escaparme del presente.
ResponEliminaYolanda: Bonita y acertada cita la que pone fin a tu precioso comentario. Qué deseo, qué magia...poder viajar en el tiempo y reencontrarnos cara a cara con "aquellas pequeñas cosas"...
María: Incluso los malos recuerdos son edulcorados por los sueños, matizados, y en cierta medida, adecuados a nuestro soñar. Yo también mantengo conversaciones con los "malos" recuerdos.
Antonio: Has dado en el clavo: el pasado es la clave del presente. De este presente que se torna poesía cuando alguien capaz de ello combina palabras y ensambla frases y las convierte en literatura.
Misteriosa nuestra mente y tan capaz,guarda en grandes archivos retazos de nuestra vida,algunos yo al menos los guardo en cofres sellados y los arrojo al olvido,otros como los que tu describes se me escapan con el tiempo,pero ya vés que basta un detalle para traerlos felizmente a mí,leerte hoy me trajo dulces momentos de mi niñez,y la primera vez que mis ojos brillaron por amor,a veces leer el blog de un amigo como tu que de una manera exquisita evoca el hecho de que instantes de nuestras vidas son olvidados,y que otros deseamos no olvidar aunque se nos escapen,eso los trae,están allí,son nuestros,son los que nos hacen ser quienes somos,es la vida,y que dulce es tener mucho allí y mucho en el presente!
ResponEliminaMi guel me encantó,sentí mágico este post,y me dió mucho placer leerte!gracias este momento aqui ha sido grato,de seguro no lo olvido!un beso!
Los recuerdos...,son curiosos los recuerdos ¿verdad?, nunca sabré con certeza si realmente perdurarán durante toda mi vida o al caer la lluvia desaparecerán. No lo sé, y realmente por eso los visito y los cuido,¡qué narices!,también los comparto, por que a veces me ayudan a caminar, otras a ponerme triste...
ResponEliminaPero yo quiero vivir mi presente con mis recuerdos que día a día crecerán y me serviran de manta los días fríos.
Hola Miguel:vengo a invitarte a hacer una cruzada,sobre TGD(autismo) en Argentina estos niños no están recibiendo lo que necesitan ni tampoco hay demasiada información que apunte al diagnóstico temprano,lo que es fundamental pues a tiempo ,con terapia se logra muchissimo,en mi blog http://elblogdeisabelhada.blogspot.com/ está el pedido de mi amiga Sabri y al final de ese post está una página sobre un grupo de padres que piden una ley que ampare a sus niños,aunque sea que coloques la página a un costadito de tu blog ya es una ayuda,internet es una herramienta muy grande,cuanto más se sepa de esto mejor,desde ya muchas gracias,ya sabes no tienes compromiso de hacerlo,pero si lo haces te lo agradeceré mucho!un abrazo!
ResponEliminaEsther: Claro que los recuerdos forjan nuestras vidas. Estamos hechos de recuerdos. Recuerdos que ni la lluvia puede llevarse.
ResponEliminaHada Isol: He entrado en tu blog y he tomado nota. La verdad es que las personas con diversidad funcional necesitan mucha atención, y a veces no se les presta la necesaria.
Ya sabes, como dice la canción "quince años tiene mi amor", es una suerte que puedas recordar esa época de tu vida y evadirte a ella. Tenemos recuerdos tan bonitos y disfrutamos tan poco de ellos.
ResponEliminaUn besazo!
Alu: Tienes razón. Los recuerdos están ahí para soñarlos.
ResponEliminaLe tengo un pánico tremendo al olvido, amigo. Y ya lo había olvidado...
ResponEliminaMuchísimas gracias por embriagarnos con tus palabras.
Un abrazo.
Perséfone: Para no olvidar los recuerdos hay que alimentarlos.
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