Hace cuarenta años, por estas fechas (yo tenía once años) la gente andaba expectante ante un acontecimiento que se anunciaba inmediato: el ser humano posaría su pie en la Luna a mediados de julio. Los comentarios, tanto en prensa como en televisión, eran espectaculares. La humanidad estaba a punto de asistir a un hecho histórico y trascendental: la conquista de nuestro satélite. El sentir común era que esto no sería más que un primer paso en la conquista del universo. La visita a los vecinos planetas se auguraba inmediata. Los viajes a la Luna serían en los años venideros una tarea simple y elemental. Se decía que había quien ya tenía reservados billetes para visitar la Luna en plan turismo. Estábamos a las puertas de una nueva era donde los periplos espaciales y las colonias en los planetas de nuestro sistema solar serían moneda corriente.
Y es que la carrera espacial fue ciertamente meteórica. En 1961 el ruso Yuri Gagarin, a bordo del Vostok 1, se convierte en el primer ser humano que orbita la Tierra. Es pues el primer astronauta. Los norteamericanos, en ese pulso tan propio de aquellos años de la guerra fría, respondieron con el proyecto Apolo, que tendría que culminar al final de la llamada década prodigiosa con el ser humano en la Luna.
El 21 de diciembre de 1968 el Apolo VIII orbita la Luna, llegando a situarse a tan sólo 15 Km. de la superficie lunar, y regresa a la Tierra con numerosas fotografías de la cara oculta de la Luna.
Y ya por fin, la fecha histórica. El 21 de julio de 1969, el módulo de exploración lunar Eagle, pilotado por Neil Armstrong y Edwin Aldrin, se posa suavemente sobre la superficie lunar en el Mar de la Tranquilidad. Son las 21 horas y 17 minutos. Tres horas más tarde Armstrong se convierte en el primer ser humano en hollar el suelo de nuestro satélite; pocos minutos después hace lo propio su compañero Aldrin. La televisión (en riguroso blanco y negro) es testigo en directo del evento (aunque algunas fuentes aseguran que había una previa censura que hacía que las imágenes tardaran realmente unos segundos en aparecer en la televisión)
En menos de diez años la humanidad había pasado de la simple puesta en órbita de un ser humano, a pasearse tranquilamente por la Luna. A este ritmo, pensábamos, en el año 2000 iríamos a pasar el verano a Marte con nuestro propio vehículo espacial.
En noviembre de este mismo año el Apolo XII vuelve a poner dos hombres sobre la Luna. La cosa parece ser coser y cantar.
Hay sin embargo un serio incidente. El 17 de abril de 1970 el Apolo XIII tras haber sufrido una grave avería regresa a la Tierra sin poder cumplir su misión.
Todos estos viajes los vivíamos en casa, gracias al eco que de ellos se hacían los medios, especialmente la televisión, con una extraña cercanía.
Las misiones Apolo se sucedían con verdadera vertiginosidad. En 1971, a bordo del Apolo XV, viaja un vehículo lunar. El 1 de agosto de este año el “jeep lunar” conducido por dos astronautas recorre la Luna durante 18 horas y 37 minutos.
Y ya por fin, el 7 de diciembre de 1972 despega el Apolo XVII rumbo a la Luna, misión que termina felizmente; y pare usted de contar. Aquí se pone punto final a los viajes a la Luna. Ya jamás hubo ninguna misión lunar. Hoy, cuarenta años después de aquella fecha histórica sólo las dudas planean en el espacio. ¿Por qué no han vuelto a la Luna? ¿Por qué este brusco frenazo en la exploración espacial?
Hay respuestas para todos los gustos.
Unos dicen que la causa es política. La carrera entre la URSS y USA por llegar a la Luna ya estaba resuelta. USA había sido claramente la vencedora. Ya no tenía pues, sentido continuar la carrera.
Existe, por otro lado, el peregrino argumento de la confabulación o advertencia extraterrestre. Esgrimirán los partidarios de esta pista, que cuando llegaron a la Luna los humanos, allí se encontraron con una colonia de extraterrestres (incluso apuntan que hubo una extraña conversación entre Armstrong y la base terrestre, que fueron censuradas en su momento, que decía algo así como que el comandante de la Eagle había visto enormes construcciones en el suelo lunar) y que los extraterrestres les habían invitado a abandonar el proyecto y que se estuvieran quietecitos en su planeta Tierra.
Y ya por fin están los incrédulos. Aquellos que piensan que todo fue un fraude. Que nunca llegó el ser humano a nuestro satélite. Que fue todo una farsa que se elaboró en unos estudios de cine y que con más o menos gracia montaron una película que pasó por verdadera. Una de las pruebas que presentan los partidarios de esta teoría es que en ninguna foto del ser humano en la Luna se pueden apreciar estrellas en el firmamento. El cielo se muestra siempre oscuro y libre de estrellas, que según ellos, deberían aparecen fijas sin la intermitencia lumínica típica que presentan desde la Tierra, debido a la falta de atmósfera de la Luna.
¿Qué pensar? La verdad es que yo estoy hecho un lío. Porque yo fui uno de aquellos niños que miraban el año 2000 como una fecha mágica, una fecha en la que los viajes interplanetarios estarían a la orden del día, y he visto que hemos avanzado mucho en otras cosas, pero que en este aspecto estamos igual o peor que entonces. ¿Qué ha pasado?
Y es que la carrera espacial fue ciertamente meteórica. En 1961 el ruso Yuri Gagarin, a bordo del Vostok 1, se convierte en el primer ser humano que orbita la Tierra. Es pues el primer astronauta. Los norteamericanos, en ese pulso tan propio de aquellos años de la guerra fría, respondieron con el proyecto Apolo, que tendría que culminar al final de la llamada década prodigiosa con el ser humano en la Luna.
El 21 de diciembre de 1968 el Apolo VIII orbita la Luna, llegando a situarse a tan sólo 15 Km. de la superficie lunar, y regresa a la Tierra con numerosas fotografías de la cara oculta de la Luna.
Y ya por fin, la fecha histórica. El 21 de julio de 1969, el módulo de exploración lunar Eagle, pilotado por Neil Armstrong y Edwin Aldrin, se posa suavemente sobre la superficie lunar en el Mar de la Tranquilidad. Son las 21 horas y 17 minutos. Tres horas más tarde Armstrong se convierte en el primer ser humano en hollar el suelo de nuestro satélite; pocos minutos después hace lo propio su compañero Aldrin. La televisión (en riguroso blanco y negro) es testigo en directo del evento (aunque algunas fuentes aseguran que había una previa censura que hacía que las imágenes tardaran realmente unos segundos en aparecer en la televisión)
En menos de diez años la humanidad había pasado de la simple puesta en órbita de un ser humano, a pasearse tranquilamente por la Luna. A este ritmo, pensábamos, en el año 2000 iríamos a pasar el verano a Marte con nuestro propio vehículo espacial.
En noviembre de este mismo año el Apolo XII vuelve a poner dos hombres sobre la Luna. La cosa parece ser coser y cantar.
Hay sin embargo un serio incidente. El 17 de abril de 1970 el Apolo XIII tras haber sufrido una grave avería regresa a la Tierra sin poder cumplir su misión.
Todos estos viajes los vivíamos en casa, gracias al eco que de ellos se hacían los medios, especialmente la televisión, con una extraña cercanía.
Las misiones Apolo se sucedían con verdadera vertiginosidad. En 1971, a bordo del Apolo XV, viaja un vehículo lunar. El 1 de agosto de este año el “jeep lunar” conducido por dos astronautas recorre la Luna durante 18 horas y 37 minutos.
Y ya por fin, el 7 de diciembre de 1972 despega el Apolo XVII rumbo a la Luna, misión que termina felizmente; y pare usted de contar. Aquí se pone punto final a los viajes a la Luna. Ya jamás hubo ninguna misión lunar. Hoy, cuarenta años después de aquella fecha histórica sólo las dudas planean en el espacio. ¿Por qué no han vuelto a la Luna? ¿Por qué este brusco frenazo en la exploración espacial?
Hay respuestas para todos los gustos.
Unos dicen que la causa es política. La carrera entre la URSS y USA por llegar a la Luna ya estaba resuelta. USA había sido claramente la vencedora. Ya no tenía pues, sentido continuar la carrera.
Existe, por otro lado, el peregrino argumento de la confabulación o advertencia extraterrestre. Esgrimirán los partidarios de esta pista, que cuando llegaron a la Luna los humanos, allí se encontraron con una colonia de extraterrestres (incluso apuntan que hubo una extraña conversación entre Armstrong y la base terrestre, que fueron censuradas en su momento, que decía algo así como que el comandante de la Eagle había visto enormes construcciones en el suelo lunar) y que los extraterrestres les habían invitado a abandonar el proyecto y que se estuvieran quietecitos en su planeta Tierra.
Y ya por fin están los incrédulos. Aquellos que piensan que todo fue un fraude. Que nunca llegó el ser humano a nuestro satélite. Que fue todo una farsa que se elaboró en unos estudios de cine y que con más o menos gracia montaron una película que pasó por verdadera. Una de las pruebas que presentan los partidarios de esta teoría es que en ninguna foto del ser humano en la Luna se pueden apreciar estrellas en el firmamento. El cielo se muestra siempre oscuro y libre de estrellas, que según ellos, deberían aparecen fijas sin la intermitencia lumínica típica que presentan desde la Tierra, debido a la falta de atmósfera de la Luna.
¿Qué pensar? La verdad es que yo estoy hecho un lío. Porque yo fui uno de aquellos niños que miraban el año 2000 como una fecha mágica, una fecha en la que los viajes interplanetarios estarían a la orden del día, y he visto que hemos avanzado mucho en otras cosas, pero que en este aspecto estamos igual o peor que entonces. ¿Qué ha pasado?
Lo de la luna no se si fue un montaje o que, tampoco me meto en ello. Aunque lo de los extraterrestres es una tonteria como una casa.
ResponEliminaYo creo que el interes por ir alli es nulo porque a fin de cuentas estas en el mismo sistema solar y galaxia y además ya sabemos cuales son las características de los principales planetas y los que están mas cercanos.
Es muchó más interesante, a mi parecer, el buscar más allá del sistema solar y si se puede de la via láctea.
Me a gustado el post!!
Saludos!!
Muy buenas,
ResponEliminaPues a mí me parece que seguramente fuera también un fraude, que simplemente tenía como objetivo dejar a las claras que EEUU era la primera potencia mundial.
También es cierto que accidentes como el del Challenger en los años 80 no han ayudado mucho a que siguiera la carrera espacial, tan costosa como seguramente improductiva. ¿Quién va a invertir en un negocio en la Luna?...
Un saludo.
Hola Hola Miguel,
ResponEliminaAy...ay...ayyyyy....Mira,.....ummm.... ¡¡¡cómo el "vende-motos" de Iker Jiménez acabe teniendo razón me da un telele!!! ;P ;P ;P....Mientras te iba leyendo recordaba un programa que vi sobre el tema "se llegó o no a la Luna". O.o
Por un lado, si llegaron....¿¿¿por qué ahora no podemos ir en tren "espacial" por esos lares???, ¿¿¿te imaginas que los ricachones tengan su chalet por allí y sea una urbanización de lujo???.... O.o
Ummmmm.......hoy me quedo con la teoría de los extraterrestres llamando la atención a Armstrong ;) ;).........Ais, al final "el vende-motos" tendrá razón ;P
Mil abrazotes enormes para ti y TODA la family!!
no sé la respuesta, pero creo que puede ser cualquiera de estas!!!!!!!
ResponEliminalo único que sé, es que tenía 12 años cuando el hombre llegó a la luna y jamás lo voy a olvidar..............ojalá nunca se confirme que fué mentira..sería una gran desilusión!!!
besos, amigo
Pues la verdad esta entrada te hace pensar...muy cierto que la luna se ha quedado ahi solita y se dijo que incluso iban a hacer una colonia alli, y luego nada de nada...igual es que no le han visto negocio y claro asi no tiene interes...espero que no sea un fraude que la pisaron porque que desilusion...besitosss
ResponElimina¡¡Hola mi querido espadachín!!
ResponEliminaPues, no sé que decirte de esto de la luna. Supongo que efectivamente es cuestión de intereses y de luchas hegemónicas, conseguida la victoria se termina el interés.
Yo no dudo que el hombre llegara a la luna, no se porque nos encanta discutirlo todo y cuestionar todo lo habido y por haber... Por otro lado...
Casi mejor, que el interés haya cesado... ¡¡te imaginas una luna llena de chalets adosados !!!
La luna, siempre será la luna y en las noches en la que hay luna llena y cielo despejado, uno de los espectáculos más preciosos que existe.
Así es que, mejor así.
Que me la dejen tranquilita.
Un besazo.
La Vero: De acuerdo que es interesante buscar más allá del sistema solar, pero estamos en las mismas... ¿por qué no se hace?
ResponEliminaEl rincón de Chiriveque: Si la carrera espacial se acababa en la Luna, vale que se pare la misión espacial, pero yo creo que el universo es mucho más amplio. Y visitada la Luna, a por otro planeta. Pero no.
Lujo: Yo creo que entre unos y otros hemos desprestigiado a los pobres extraterrestres, y si existen, hoy nadie les hace caso. Yo no descarto nada.
Adrisol: A mí me pasa lo mismo que a ti,crecí con la firme convicción de haber asistido a uno de los logros mayores del ser humano, y si ahora, va y resulta que es un engaño... qué desilusión, ¿no?
Arwen: Si lo piensas detenidamente, no te puedes quedar indiferente. No tiene sentido este abandono de las misiones espaciales. Si no hemos visto nada de lo que hay por ahí... y ya hay quien piensa que hemos de volver a casa porque la misión se ha acabado. Pero si no ha hecho más que empezar.
María: Yo, de pequeño sí que llegué a imaginarme una Luna llena de chalets... ¿por qué no? Lo que pasa es que allí hace un tiempo horrible, por no haber no hay ni aire, fíjate. Como no fuera para poner un centro de reclusión tipo como el que había en Guantánamo...
Papà ya sabes como pienso en cuanto a este tema. O no han ido o están continuamente allí metidos (en la cara oculta, está claro)
ResponEliminaComo siempre hay intereses más fuertes que los que pueda significar ir a la luna o a donde sea. Simplemente no interesa ir a la Luna, por que? pues no tengo ni la menor idea. Hay tantas cosas que no tenemos ni idea y sin embargo parece que lo sepamos...
bessets!
Marta: Bueno, pequeñita, no tengo otro remedio que darte la razón. Me ha gustado y convencido tu comentario. ¿Por qué no aceptar que los gobiernos de los países ricos (los pobres no, claro) van y vuelven a la Luna y allí hacen todos los tejemanejes que quieren con total impunidad (incluídas las pruebas nucleares y las prácticas con armas nuevas) y nosotros, sin enterarnos?
ResponEliminaNo se que ha pasado, y la verdad que recién ahora me doy cuenta...
ResponEliminaLa vida vertiginosa que llevamos a veces no nos permite ir mas allá de nuestras narices, verdad? Yo también recuerdo ese día, yo tenía 6 años los mismos que tiene mi niña hoy. Y que emocionante fué!!!
POr mi lado quiero pensar que no fué un fraude.
Besos
Pues me hago las mismas preguntas y no sé que pensar es que no puedo creer que si llegaron (con lo inquietos que somos los humanos),que no hayan regresado,es rarissimo,y es verdad que se decía del 2000 tantas cosas en mi niñez que hoy veo los avances pero no han sido tan espectaculares como se creía,yo también crecí con la idea de que en el 2000 viajaríamos de excursión a la luna,bueno pero en mic aso yo siempre ví mucha ciencia ficción,jejeje! y me preguinto si algún día sabremos en realidad si estuvieron en la luna,si volvieron o si de verdad la encontraron ocupada! un abrazo y me encantó este post!
ResponEliminaBuenos días Miguel! Te devuelvo la visita que amablemente has hecho a mi blog. Hay una película que me sorprendió bastante: Capricornio 1, 2, 3. El argumento es un montaje cinematográfico sobre la llegada del hombre a Marte (creo). De todos modos, no tiene mucha sostenibilidad lo del montaje. Lo que sí es cierto es que, cuando dejó de ser una iniciativa estratégica, el programa espacial de vuelos a la luna dejó de tener interés. Un saludo cordial. Me encanta tu blog sobre la Guerra civil. Bueno, y esta!
ResponEliminaMiriam: A mí me pasa lo mismo que a ti. Que aquel acontecimiento, pequeñitos como éramos,marcó lo que tendrían que ser los futuros logros del ser humano. Claro, si ahora alguien demuestra que aquello fue todo un fraude...
ResponEliminaHada Isol: Yo soy de los que pasaron muchos años creyéndose a pies juntillas toda la versión oficial sobre la llegada a la Luna. Pero ahora me he hecho un tanto escéptico. Algún día sabremos la verdad.
Fidelio en el bosque animado: Gracias por tu visita. Vi la película, y si pensamos que la realidad siempre supera a la ficción...
Parece que este tema se baraja por los blogs últimamente..., ¿sabes qué creo?, que la realidad de lo que ocurrió, la realidad del desinterés es la realidad sobre la cual día a día caminos dificil de entender, inexplicable a veces y hermosa otras, pero creo en el optimismo como camino hacia la exploración, miremos lo bueno...,además nos queda es luna, nuestra luna, la luna que cada cual se imagina es su cabeza, la que se dubuja en mil colores y sale también de día.
ResponEliminaY además ya hay gente que se ha pasado por mi agencia de viajes para irnos a la luna, la luna de menta ;).
Un abrazo
Esther: Yo sé que tu luna (esa donde tú eres bohemia) está inexplorada, pero sé que tú te encargarás de explorarla y acompñarnos a todos allí.
ResponEliminaL'autor ha eliminat aquest comentari.
ResponEliminaIndependientemente de su veracidad o no, sonfieso que me hubiese encantado vivir la expectación de aquellos días. Debió ser sencillamente impresionante.
ResponEliminaEn este sentido creo que próximamente celebraremos eventos de la misma envergadura o incluso más que la llegada s la luna.
Perséfone: No te equivocas. Los que vivimos aquellos días sabíamos que estábamos viviendo momentos históricos. Y sí que lo fueron en verdad.
ResponEliminaBueno, Miguel, yo como siempre seré la voz de la discordia, ji, ji, ji.... recuero un reportaje en el que se explicaba con pelos y señales la fasedad de esas tomas que, en realidad, no ocurrieron nunca. Se veía claramente cómo todas las imágenes habían sido trucadas en un laboratorio. Yo recuerdo que me sentí como tú, estaba en la alquería del grao y era pequeña. Pasados los años, recuerdo que al ver este reportaje pensé !Mierda (PERDÓN), hasta mis recuerdos habéis manipulado!.
ResponEliminaUn besito y buenfinde.
Verónica: Pues sí, te pasó lo que a mí. Que un hecho que era el no va más, de pronto se pone en duda.
ResponEliminaEl hombre llegó a la Luna y no sólo una vez, sino más de cuatro. No se vuelve pues ya todo investigada en ella. No es lógico gastar dinero en algo superado ya. Ahora el objetivo es Marte. Un abrazo.
ResponEliminaInteresante lo que nos explicas!
ResponEliminaSiempre un placer visitarte, te dejo un relajante y cálido abrazo
Beatriz
Si me pagaran el viaje allí estaría...
ResponEliminaUn besito!Cuídate!
Fernando Sánchez Postigo: Pues sí, a ver si es verdad y el día menos pensado asistimos a la llegada del ser humano a Marte.
ResponEliminaEl rincón del relax Beatriz: Gracias por tu relajante visita.
Alu: Seguro que te encontraríamos allí. Pero estoy seguro que muchas veces tu imaginación habrá volado hasta allí.
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Feliz día del amigo!Un abrazo!