En la clase de segundo de E.S.O estamos dando la Edad Media. Es una época fascinante. Una época que fue denostada en el pasado (de ahí el nombre de “Media”, como diciendo que está entre la brillantez intelectual y artística de la Edad Antigua y el esplendor de la Edad Moderna con sus descubrimientos tanto científicos como geográficos). Fue llamada la “Edad de las tinieblas”. Y así, en este concepto se la ha tenido hasta hace relativamente poco.
Hoy la Edad Media es una etapa atractiva para el ser humano del siglo XXI. No hay más que ver la cantidad de películas y novelas que se hacen hoy en día que tienen como marco histórico el medievo.
Realmente fue una época muy distinta a todas las demás, con sus peculiaridades y sus características propias. Y eso es lo que es motivo de estudio en las clases de educación secundaria.
Me gusta hacer un ejercicio de imaginación entre los alumnos y llevarles a pensar qué harían, cómo se comportarían si estuvieran metidos en aquellos años. Si en un imaginario túnel del tiempo pudiéramos viajar allí, qué ideas, qué costumbres, qué leyes, qué cosas en fin, se traerían hasta el presente. Y también al revés. Qué cosas les parecen retrógradas y aborrecibles de aquellos años. Y entonces hacemos la comparación. Siempre surge vencedora de estas exigencias la libertad. Los alumnos de hoy aman profundamente la libertad en todos los ámbitos. Y ven aquellos años como represivos, como faltos de libertades individuales. Y esto es lo que más les llama la atención. A cambio se traerían de aquellos tiempos medievales la pureza de un cielo sin contaminación, de unos bosques intactos y un mar inmaculado.
Pero esta semana hemos dado un paso más. Hemos empezado a estudiar los inventos y descubrimientos de la Edad Media. Y entonces es cuando se han dado cuenta de que tanto en tecnología como en otros terrenos aquella sociedad era muy diferente a la que ellos conocen. No conciben una vida sin televisión. Sin coches. Sin luz eléctrica. Sin ordenadores. Sin teléfonos. Sin tiendas de ropa. Una casa sin baño. Sin espejos. Sin reloj. Sin patatas. Sin tomates. Sin cigarrillos…
Yo les hago entrar en la piel de un chico o una chica de su edad en aquellos años y alucinan. Y se encuentran perdidos. No sabrían vivir. Y entonces una chica me hizo una pregunta que en un primer momento me pareció tonta e ingenua: ¿Nos podríamos llevar a la Edad Media algún invento del presente? Y después de decirle que esto sería desnaturalizar la historia, cambié de opinión. Sí, podrías llevarte algo. ¿Tú que te llevarías?, y sin dudarlo dijo que su móvil. Sin él no podía vivir. Hubo algunas risas entre el alumnado. Pero entonces la pregunta, que me pareció simple en principio, se me antojó interesante. Y entonces se me ocurrió que escribieran en un papel el invento que se llevarían a la Edad Media. Y todos se pusieron con frenesí a buscar un papel y poner su invento del alma sin el cual no podrían vivir.
Les dejé unos minutos. Minutos que empleé en hacerme a mí mismo la pregunta. Saqué un papel y cogí un bolígrafo. Y no supe qué responder. La verdad es que hay tantas cosas que nos atan y que nos guían la vida actual, que quedarse con una sola es imposible. Y dejé mi papel en blanco.
Pasó el tiempo y recogí los papeles. Hecho el escrutinio de los inventos, resultó ganador por mayoría absoluta el ordenador (Internet), seguido por la televisión.
Me gustaría saber vuestra opinión sobre el tema. ¿Hay algún invento (no hablo de avances sociológicos y políticos, me refiero a lo puramente tecnológico) al que le tengáis un cariño especial y que da sentido a vuestra vida? O, por el contrario, os pasa como a mí, que hay tantas cosas a las que estoy sujeto, que no puedo prescindir de prácticamente de ninguna…
Hoy la Edad Media es una etapa atractiva para el ser humano del siglo XXI. No hay más que ver la cantidad de películas y novelas que se hacen hoy en día que tienen como marco histórico el medievo.
Realmente fue una época muy distinta a todas las demás, con sus peculiaridades y sus características propias. Y eso es lo que es motivo de estudio en las clases de educación secundaria.
Me gusta hacer un ejercicio de imaginación entre los alumnos y llevarles a pensar qué harían, cómo se comportarían si estuvieran metidos en aquellos años. Si en un imaginario túnel del tiempo pudiéramos viajar allí, qué ideas, qué costumbres, qué leyes, qué cosas en fin, se traerían hasta el presente. Y también al revés. Qué cosas les parecen retrógradas y aborrecibles de aquellos años. Y entonces hacemos la comparación. Siempre surge vencedora de estas exigencias la libertad. Los alumnos de hoy aman profundamente la libertad en todos los ámbitos. Y ven aquellos años como represivos, como faltos de libertades individuales. Y esto es lo que más les llama la atención. A cambio se traerían de aquellos tiempos medievales la pureza de un cielo sin contaminación, de unos bosques intactos y un mar inmaculado.
Pero esta semana hemos dado un paso más. Hemos empezado a estudiar los inventos y descubrimientos de la Edad Media. Y entonces es cuando se han dado cuenta de que tanto en tecnología como en otros terrenos aquella sociedad era muy diferente a la que ellos conocen. No conciben una vida sin televisión. Sin coches. Sin luz eléctrica. Sin ordenadores. Sin teléfonos. Sin tiendas de ropa. Una casa sin baño. Sin espejos. Sin reloj. Sin patatas. Sin tomates. Sin cigarrillos…
Yo les hago entrar en la piel de un chico o una chica de su edad en aquellos años y alucinan. Y se encuentran perdidos. No sabrían vivir. Y entonces una chica me hizo una pregunta que en un primer momento me pareció tonta e ingenua: ¿Nos podríamos llevar a la Edad Media algún invento del presente? Y después de decirle que esto sería desnaturalizar la historia, cambié de opinión. Sí, podrías llevarte algo. ¿Tú que te llevarías?, y sin dudarlo dijo que su móvil. Sin él no podía vivir. Hubo algunas risas entre el alumnado. Pero entonces la pregunta, que me pareció simple en principio, se me antojó interesante. Y entonces se me ocurrió que escribieran en un papel el invento que se llevarían a la Edad Media. Y todos se pusieron con frenesí a buscar un papel y poner su invento del alma sin el cual no podrían vivir.
Les dejé unos minutos. Minutos que empleé en hacerme a mí mismo la pregunta. Saqué un papel y cogí un bolígrafo. Y no supe qué responder. La verdad es que hay tantas cosas que nos atan y que nos guían la vida actual, que quedarse con una sola es imposible. Y dejé mi papel en blanco.
Pasó el tiempo y recogí los papeles. Hecho el escrutinio de los inventos, resultó ganador por mayoría absoluta el ordenador (Internet), seguido por la televisión.
Me gustaría saber vuestra opinión sobre el tema. ¿Hay algún invento (no hablo de avances sociológicos y políticos, me refiero a lo puramente tecnológico) al que le tengáis un cariño especial y que da sentido a vuestra vida? O, por el contrario, os pasa como a mí, que hay tantas cosas a las que estoy sujeto, que no puedo prescindir de prácticamente de ninguna…
Pues fíjate, yo después de haber conocido el ciberespacio, ya no podría estar sin él. Me pasa como a las criaturicas de tus alumnos.
ResponEliminaBueno, sin la tele me apañaría muy bien, porque casi no la veo... Pero sin internet, no creo que ya pudiera estar...
Vamos, hombre, si cuando hay alguna avería en la línea o con la red, y me subo por las paredes...
jejejeje
Besos, Miguel!!
Una edad media con internet no sería una edad media. Igual que una edad media con lavadoras o vacunas o antibióticos o televisión no sería la citada edad. Cada época ha tenido sus circunstancias que han llevado a los hombres a superarse, a enfrentarse, a sobrevivir... La edad media fue un tiempo rico como bien dices, y en todo caso fue el caldo de cultivo del Renacimiento en que toda la energía de la sociedad europea se proyectó a nivel mundial (para bien y para mal). Sería absurdo llevarse internet a la edad media. Yo me llevaría un botiquín con antibióticos varios, aspirinas, y medicamentos antisépticos... Eso sería realmente útil para sobrevivir, aunque a lo mejor nos condenarían a la hoguera por brujería. Saludos.
ResponEliminaMis gafas de sol -están graduadas- :)
ResponEliminaBesines, Miguel.
Lourdes: Yo, la verdad, hoy soy incapaz de sobrevivir sin el ordenador. Tengo tantas cosas en el (incluído internet) que me resultaría muy difícil replantearme la vida como antes.
ResponEliminaJoselu: No está mal la elección. Pero, sí, cuidado, nos tomarían por brujos...
V: Las mías, también. Y yo sin ellas son incapaz de salir a la calle. La verdad.
Es difícil el planteamiento. Si reflexionas bien lo que nos preguntas me encuentro un poco como tú. Pero me mojo un poco, creo que el ordenador, te da mucho entretenimiento, te aporta y si lo utilizas bien enriquece continuamente y además seguiría sacando provecho del curso de mecanografía que mis padres me pagaron cuando era pequeñita y que me ayuda a escribir rápido y ahorrar mucho tiempo.
ResponEliminaUn abrazo Miguel.
didi.
Es difícil elegir, la verdad es q nos atan muchas cosas. Lo que sí tengo claro es q podría vivir sin móvil y sin televisión.
ResponEliminaY creo que estoy de acuerdo con los alumnos en internet, porque cuando estoy un día sin mirarlo es que estoy al revés!! Aunque como utilidad de verdad, lo q me llevaría es un frigorífico con congelador, pero claro, estaría continuamente pensando en internet,jeje!
Bessos.
Para los veranos de la Edad Media y depende la latitud me llevaría el aire acondicionado.
ResponEliminaSaludos.
Uffff...la lavadora, la lavadora...
ResponEliminaMe quedo con ese. Porque lo de ir a lavar al río, no va mucho conmigo.
De todas maneras, cualquier invento que facilite nuestras vidas es bienvenido y hay muchos de los que nos costaría prescindir, por eso precisamente, porque nos hacen la vida un poco más fácil.
Buenísima pregunta has hecho.
Un beso
Pues creo que no me llevaría nada ... eso sí, me aseguraría de estar sólo de paso y poder regresar a esta época o a cualquier otra cuando me lo propusiera ... porque doy por hecho que para ir habría utilizado el último gran invento: ¡LA MAQUINA DEL TIEMPO!
ResponElimina(ésa sí que me la llevaría yo a cualquier parte ... ;))
Saludos, Miquel.
Puedo decidir no ir?
ResponEliminaNo aguantaria vivir en esa epoca :(
Demasiada pobreza,enfermedades,desigualdades...
No,no seria buena idea ir...acabaria en la hoguera o en la horca por revolucionaria,bruja o cualquier cosa.
UN BESAZO ;)
Ay, Miguel, qué asunto tan curioso. Los críos no piensan en eso que expone Joselu, que cualquier elemento que se introduzca en un momento lo cambia todo por completo. Me ha hecho gracia lo del móvil, porque ella se lo lleva, pero un móvil sólo es útil si el resto del mundo tiene también un móvil.
ResponEliminaSi quieres darles tema en este sentido, mira esa novela tan divertida, de la cual existe película en blanco y negro, "Un yanqui en la corte del rey Arturo", de Mark Twain.
Por cierto, yo no me llevaría nada. Ya encontraría las cosas necesarias para ese tipo de vida allí mismo.
Didi: Pues yo también pienso como tú. El ordenador es algo básico para mí. Algo de lo que cual no puedo desprenderme.
ResponEliminaVanessa: Es difícil, ya ves, quedarte con un invento sólo. Estamos tan hechos a todas las tecnologías...
Toro Salvaje: ¿Y no has pensado en el invierno...? Sin calefacción, el frío que debían de pasar...
Cactus girl: Pues bien. No está mal. Una lavadora en la Edad Media. Mientras tus vecinos van al río, yo tranquilamente me quedo en casa con la lavadora...
Zim: El tunel del tiempo... ese es un invento que está por venir. Y cuando lo inventen, yo viajaría por ahí por estos siglos pasados...
Loli: ¿Tú revolucionaria...? No sabía yo esta faceta tuya. De todas maneras, te digo que las personas de aquí, de ahora, quiero decir, no estamos preparados para vivir aquellos años.
Clares: Sí, es divertida la película. Y el tema es muy recurrente. En el cine y en la literatura. Pero nos cuesta hacernos a la idea. Seríamos un bicho raro. Y posiblemente, con la mentalidad de aquella época acabaríamos en la hoguera.
Es un ejercicio imposible. Me rindo. Reconozco tu habilidad para encauzar las sensibilidades y las inquietudes intelectuales de los alumnos, para provocar su atención y llevarles a pensar. Sin embargo, la historia nos obliga a asumir que el pasado no es el presente y que el tiempo no tiene vuelta atrás. Los ucronismos confunden. Mas, puestos a establecer enlaces entre el remoto ayer y el hoy, yo me llevaría dos cosas, que siguen siendo decisivas: el libro y el agua domesticada. Y, por supuesto, mantendría la Alhambra entre las maravillas que engarzan la historia sin épocas que la delimiten. Un abrazo
ResponEliminaFernando: Agudo y preciso comentario. La historia, efectivamente, está ahí para estudiarla, y no para cambiarla.
ResponEliminaUff !!Pues si Miguel,lo soy¿preguntale a mi marido,jejeje.
ResponEliminaAsí que no soy la unica que no aguantaria alli ¿verdad?Creo que fue una epoca muy dura muchisimo mas que ahora con crisis y todo.
UN BESAZO
Loli: Pues la verdad es que en aquella época pocos de los habitantes del siglo XXI nos quedaríamos con los brazos cruzados. La falta de libertades era moneda común. Todas las revoluciones estaban por llegar. Por eso no me extraña que te saliera esa vena revolucionaria...
ResponEliminaNo lo pensé.
ResponEliminaEso me pasa por ser tan caluroso.
Pero tienes razón.
Que el aire sea con bomba de calor.
Saludos.
Pues me pasa lo que a ti, han sido tantos los avances que es difícil elegir.
ResponEliminaQuizá como Joselu me llevaría medicinas, sobre todo aquellas que alivien el sufrimiento y antibióticos.
Y libros, muchos libros, porque sin ellos no concibo la vida y en aquella época ya sabemos que, salvo los monjes, el acceso a ellos era imposible.
Un abrazo, Miguel.
Si supieras los profesores que he tenido de Historia... ninguno nos hacían estos juegos, y claro... así acabé yo, odiándola...
ResponEliminaBesicos
Toro salvaje: Claro,refrigeración para elverano, y calefacción para el invierno, que yo no sé cómo aguantaban, la verdad.
ResponEliminaCristal: Es verdad, porque en aquella época tener un libro era un lujo al alcance de muy pocos.
Belén: Pero si la historia es preciosa, sólo hay que encontrale su lado humano.
A mí la edad media me parece una época fascinante!
ResponEliminaPero... no sé si sería capaz de vivir en aquella época, me he vuelto tan cómoda y adicta a tantos cacharros con los que convivo actualmente que no sé si sería capaz de prescindir de ellos.
Besines
Yo llevaría algún medio de locomoción, más rápido que el caballo, para que Diego pudiese llegar antes a su reencuentro con Isabel de Segura para no hallarla casada, como así sucedió. Estoy refiriéndome, claro está, a los Amantes de Teruel.
ResponEliminaMe gusta tu metodología y seguro que a los alumnos, también. Hay que ejercitar la imaginación...
Un abrazo
Vane: La verdad es que es muy difícil vivr en otra época prescindiendo de todo lo que constituye el soporte vital de nuestro tiempo.
ResponEliminaLuís Antonio: No está mal pensado lo del coche para los amantes... pero entonces perdería su magia...
Miguel, lo que nos cuentas en tu estupendo post es una muestra más de lo flexible y atractiva que puede ser la enseñanza si le echas imaginación y ganas de salirte del guión. Cada vez más nos convertimos en saltimbanquis, actores, monologuistas, animadores... para conseguir que nuestros alumnos demeustren interés por lo que les ofrecemos. La Edad Media es una época fascinante que ha producido no pocas obras más o menos de ciencia-ficción, como juego, como el que tú propones. Otras, como la recientemente pasada por televisión "Los pilares de la Tierra" son un monumento al esfuerzo que suponía levantar semejantes obras de arte. El pasado tiene mucho que enseñarnos, evidentemente. Tendemos a verlo con los ojos actuales y por tanto a condenarlo sin entrar a comprender las circunstancias de entonces. Nos parecen una aberración las ejecuciones en la hoguera por simple sospecha de brujería, las injusticias producidas por la ignorancia y la superstición, muy bien aprovechadas por el poder, como siempre, y nos echamos a temblar sólo de pensar en la extracción de una muela sin anestesia y otras barbaridades. Con razón elige Joselu un botiquín con lo básico, llegado el caso. ¿Qué me llevaría yo? Es tan difícil elegir... Nos hemos acostumbrado a vivir con un montón de inventos a los que ya no podemos renunciar. Hace unos años no teníamos móvil y no pasaba nada, quedábamos y nos comunicábamos sin ningún problema, y no éramos más infelices, ni mucho menos. Fíjate en "tonterías" como la fregona, las lentillas, el aire acondicionado... creaciones de anteayer, como quien dice. ¿Qué es imprescindible? Para mí, las lentillas, por ejemplo. ¿Cómo llevarme un coche, si no se había descubierto la gasolina? ¿Y la luz, sin bombillas ni interruptores? Qué complicado...
ResponEliminaEn lo básico no sé si hemos cambiado mucho: el poder siempre ha tenido los mismos resortes y ha cometido los mismos abusos; siguen existiendo la tortura y la pena de muerte; sigue habiendo millones de niños explotados y malnutridos; en muchos países la mujer es tratada de modo denigrante; a pesar de las numerosas democracias, no estamos libres de caer en cualquier momento en manos de dictadores... En fin, no quiero ser pesimista. Me ha gustado tu iniciativa, sí, señor. Te felicito.
Un abrazo, colega.
Yolanda: Estupendo comentario, sí señor. Poco más que añadir. Sólo darte la razón en que la sociedad es un conjunto de circunstancias que se dan en un momento determinado y nada se puede añadir o quitar.Cualquier cosa que añadiéramos o quitáramos sería desnaturalizar aquel tiempo. Hoy, todo lo que tenemos nos es imprescindible.
ResponEliminaTus alumnos no saben la suerte que tienen con un profesor así, con este tipo de actividades.
ResponEliminaA nivel tecnológico no me llevaría nada porque no me serviría de nada. Lo que sí me llevaría sería a un amigo de la época actual para no pasarlo tan mal en la Edad Media.
Un saludo.
¡Qué amenas haces las clases, Miguel! cuando iba leyendo tu escrito, te iba imaginando.
ResponEliminaYo, aunque en un principio pensé en la lavadora, porque no puedo estar sin ella, preferiría llevar el ordenador, que tampoco sé vivir sin él.
Un beso, Miguel.
Recuerdos perdidos: Gracias por tu comentario. No está mal lo de llevarse a alguien para no estar tan solo allí en aquel mundo desconocido. Porque la verdad es que allí no sabríamos vivir.
ResponEliminaMaría: El ordenador se ha convertido, para la gente actual, en algo imprescindible sin duda alguna.
Me temo que yo aquí no voy a ser nada original, MIGUEL,
ResponEliminasin duda yo también me llevaría mi ordenador conectado a internet (con muchísima música dentro por supuesto:-) aunque la única cosa sin la que de verdad me sería muy difícil vivir sería...
¡¡MI DUCHA CON AGUA CALENTITA!!
No te lo vas a creer, pero la música y la ducha, me solucionan todos los males... que estoy cansada porque a penas he dormido, una ducha, que estoy agobiada por algo, a la ducha, que estoy nerviosa o estresada, a la ducha, eso sí jajaja con agua hirviendo. A veces en el día me ducho cuatro y cinco veces jajaja
Cada vez que pienso en los pobre habitantes de la Edad media todos llenos de mugre jajaja aunque en cosas me dan envidia, ni me muevo, vamos:-)
Muchos besos MIGUEL y feliz finde largo.
Pues la verdad es que me resulta difícil...
ResponEliminaSon varias cosas las que me costaría dejar de lado.
Pero realmente y aunque parezca de risa...no creo que pudiese rme sin un cuarto de baño bien repleto de productos de aseo!
Es que lees de aquellos tiempos,que me fascinan,y creo que la higiene tenía mucho que madurar,además de otras cosas.
Puedes reirte,pero me acongojaría no poder limpiarme debidamente,ja,ja,ja
Qué escrupulosa,¿no?
Qué bien se lo pasarían por cierto,tus alumnos.
Un besazo.
María: La ducha... ni nos imaginamos la poca higiene que había en aquellos años. Había gente, no te digo más, que se ponía unos pantalones y no se los cambiaba hasta que se moría... Pero, claro, de ahí a ducharse cuatro veces al día... ja, ja, ja... a lo mejor es que, como tú dices, la ducha no es ya algo para tener una higiene adecuada, sino una terapia.
ResponEliminaMarinel: La verdad es que, como le decía a María, la higiene que hay hoy y la de entonces no tienen nada que ver. Yo desde luego no soportaría vivir sin mi ducha y mi cuarto de baño, pero creo que todo es educación, a lo que uno se acostumbra...
Yo me quedo con el teléfono y la televisión, dos grandes avances que, no en vano, usamos todos los días. un abrazo.
ResponEliminaFernando: Sí, pero yo añadiría el ordenador, ¿no?. Sin él no sería posible esto de los blogs...
ResponEliminaMe llevaría una buena lavadora, allí metería toda la colada del burgo medieval. Y yo me iría a cabalgar por los bosques.
ResponEliminaSi puedo tener una lavadora, también tendría un caballo. ¿Tendría que vestirme de hombre?
Uf...qué difícil.Prefiero quedarme donde estoy.
En momentos como este me da pena no haber sido tu alumna, no sabes la envidia que me dan tus alumnos.
ResponEliminaSobre tu pregunta,hay muchas cosas a las que estoy ligada pero creo que no me llevo nada al viaje, solamente las ganas de aprender.
Un abrazo :)
Gemma: Yo lo que pienso que sería bonito ir allí de visita. Anotar algunas cositas y luego volver. Estamos tan esclavizados a tanta tecnología que no nos sería posible vivir.
ResponEliminaEsther: Lo mismo te digo. Lástima no haberte tenido de alumna. Yo creo que lo de llevarse algo allí es sólo un juego. No es posible, claro. Y creo que cada cual debe vivir según sus circunstancias.