“Lo que pasa es que las mujeres envejecen antes que los hombres”. Esta lapidaria frase soltó Adela dispuesta a zanjar el tema que le había llevado a una acalorada discusión con su jefe.
Adela y Alberto, su jefe de sección, tenían lo que podría llamarse una relación cordial. Pero aquel día Alberto la llamó a su despacho y la recibió muy serio. Comenzó diciéndole con una fingida simpatía que estaban todos muy contentos de su trayectoria al frente de su puesto de atención a los clientes en estos últimos treinta años. Pero le tuvo que decir lo que a él ya le habían dictado desde más arriba. Que querían un rostro joven (femenino, naturalmente, y de buena presencia, por supuesto) al frente de aquel cometido. Y Alberto se lo tuvo que decir. En cambio, pensó Adela, no dijo nada de su compañero de mesa, que es cinco años mayor que Adela. El seguiría en su puesto de trabajo.
Adela y Alberto, su jefe de sección, tenían lo que podría llamarse una relación cordial. Pero aquel día Alberto la llamó a su despacho y la recibió muy serio. Comenzó diciéndole con una fingida simpatía que estaban todos muy contentos de su trayectoria al frente de su puesto de atención a los clientes en estos últimos treinta años. Pero le tuvo que decir lo que a él ya le habían dictado desde más arriba. Que querían un rostro joven (femenino, naturalmente, y de buena presencia, por supuesto) al frente de aquel cometido. Y Alberto se lo tuvo que decir. En cambio, pensó Adela, no dijo nada de su compañero de mesa, que es cinco años mayor que Adela. El seguiría en su puesto de trabajo.
No sé si esto es muy extrapolable. ¿Cuántos hombres de cuarenta años están en el paro sin remisión y no les salva ser hombres? No quiero ni pensar si son mayores. La cosa está jodida para todos. Y ya sabemos cómo les va a los jóvenes sean hombres o mujeres.
ResponEliminaUn abrazo.
Qué tema Miguel!
ResponEliminaSi supieras, ayer ha pasado algo así en la empresa que trabajo. Hace unos meses echaron a una “Adela” (le faltaban 4 años para jubilarse, manejaba las cotizaciones, los clientes, todo, como nadie) y la linda que trajeron ahora está embarazada y no encuentran a nadie que la pueda sustituir.
Ni bien comencé a leer pensé en ello.
Tengo esperanza de que cuando yo esté por entrar en la categoría descartable las cosas hayan cambiado, aunque pienso que siempre será así.
Un abrazo
Miguel, las mujeres sufrimos más que nadie la dictadura de la belleza y lozanía asociadas a los años. Llegadas a cierta edad nos volvemos "invisibles", dejamos de existir para el "mercado", sólo nos tienen en cuenta como consumidoras porque solemos tener más poder adquisitivo que las jovencitas monas y nos decantamos más por las marcas de cierta calidad y cierto precio porque son las que nos sientan bien. En los colegios privados ponen a señoritas de buen ver, como se decía antes, en los puestos cara al público. El escándalo de las tiendas Sánchez Romero de hace un tiempo no es un caso único ni aislado, es la política general de las empresas. No importa la experiencia y el dominio del trabajo realizado, cuenta más la talla y un rostro sin arrugas. Es una cruz ser mujer en ciertas circunstancias, créeme.
ResponEliminaUn abrazo, colega.
Esa es nuestra triste realidad. Y digo "nuestra" porque me parece que casos como esté aquí pasan cada día y sin embargo creo que en muchos paises de Europa y en los USA no pasa.
ResponEliminaYo trabajo en una multinacional con sede en N.Y. y somos afiliadas por todo el mundo. Conozco a muchas de mis colegas desde hace años y años y he visto jubilarse a unas cuantas ya... En Alemania conozco mujeres con puestos de más o menos responsabilidad que pasan de los 50 y de Estados Unidos nos llega regularmente una revistita donde podemos ver fotos de mujeres bastante mayores, de más de 60 incluso, a las que se tiene en muy alta estima y cuyo trabajo se reconoce privada y públicamente sin tener en cuenta su edad o su aspecto físico... En la filial española, donde yo trabajo, se sigue el mismo criterio general de la compañía, menos mal, pero a nivel nacional es vergonzoso lo que pasa... Se intentan deshacer de las más mayores - "Adelas" - y se les sustituye por chicas monas, relegando a un segundo plano si están capacitadas o no para el puesto... Cuando se trata de nuevas contrataciones, la discriminación es evidente desde el mismo momento en que publican la oferta de empleo... Las cotas de edad que exigen están tan limitadas que estamos fuera la inmensa mayoría de las que llevamos años y años trabajando, que tenemos una experiencia más que demostrable. Prima lo joven, lo de buen ver... La falta de experiencia no es un lastre. Da igual, se le da un curso y ya está...
Sin embargo, estos límites son mucho más amplios para los hombres y, desde luego, si tienen una experiencia grande, se les contrata independientemente de su edad.
Nos queda mucho camino por recorrer, desde luego.
Un beso, Miguel
Me da rabia.
ResponEliminaNo hay derecho que eso ocurra.
Ya está bien de este tipo de comportamientos.
Saludos.
Joselu: Sí, pero las mujeres que envejecen en su puesto de trabajo (si es de cara al público) lo tienen más difícil.
ResponEliminaVivianS: Espero que cambien pronto y se trate a todos (hombres y mujeres) realmente en igualdad de condiciones.
Yolanda: Es lamentable, pero casos como el de Adela son reales. Y nadie hace nada por acabvar con ello.
Novi: Espero que pronto nos pongamos a la altura de los países más adelantados, porque, com tú muy bien dices, aún nos queda un largo camino por recorrer.
Toro: Esperemos que algún día cambien.
ResponEliminaEl paro está afectando, sobre todo, a los jóvenes de ambos sexos y a la mujer en general. Algo tendrá que ver con lo que le pasa a Adela... El tema de la maternidad también tiene consecuencias...
ResponEliminaUn abrazo
Luís Antonio: Sí. Lo que pasa es que a la mujer se le exige un plus de juventud que al hombre no se le exige. O no se le exige tanto.
ResponEliminaLamentablemente en muchos puestos de trabajo el aspecto físico no es ni más ni menos que una variable más para el consumo. Todo lo que sea de cara al público tiene que vender y nos lo venden a través del perfil de mujer que sistemáticamente se muestra a la sociedad.
ResponEliminaCreo que en trabajos de mayor cualificación profesional no se da en la misma medida.
Otra cuestión que me molesta mucho es el trato diferente por parte de los jefes hacia los hombre y hacia las mujeres, todavía no nos consideran iguales, si quieren colocar un marrón, las mujeres somos el blanco adecuado. Una pena.
Ya sabemos lo que pasa cuando se trabaja de cara al público. Al cumplir cierta edad, "ya no dan el perfil". Qué triste y qué real.
ResponEliminaUn beso enorme, Miguel!!
Las cosas están jodidas, si... pero para las mujeres un poquito más, en serio, no es victimismo, es una realidad...
ResponEliminaBesicos
Angie: Es el diferente trato a hombres y mujeres donde radica el problema. Y esto existe. Y las mujeres se llevan la peor parte.
ResponEliminaLou: Porque es que "envejencen antes que el hombre", una pena que aún estemos en estas.
Belén: Una realidad tan real como la vida misma.
Si, estoy de acuerdo con la mayoría. Para las mujeres el tema está aun más difícil. Está claro que en el mercado laboral existe una sobrevaloración de la belleza y por ende de la juventud que tristemente-no siempre,claro-pasan por encima a las capacidades reales de esa persona. Y este hecho en el segmento femenino es más acusado. Yo he oido verdaderas estupideces en este sentido como por ejemplo "prefiero una maestra joven y guapetona (sic) para mi hijo porque están mucho más preparadas, está claro", o esta otra perla que no tiene desperdicio "las mayores están acomodadas y no tienen ganas de currar"...y ¡qué casualidad!, siempre referidos los comentarios al sector femenino. Y esto es en la "cosa" pública, ni me imagino las aberraciones que se perpretan en el sector privado...¡Una pena, más bien, algo perseguible!
ResponEliminaSaludos a todos.
Ufff... Miguel, el tema es peliagudo! Parece mentira que a estas alturas de la historia estas cosas sigan pasando, pero así es... aunque ahora mismo el asunto está complicado para todos.
ResponEliminabesines
Castilla: Es cierto, existe una sobrevaloración de la belleza, y de la juventud. La experiencia, a veces, queda en segundo término.
ResponEliminaVane: Está complicado para todos, pero la que enevejece antes es la mujer.
qué patético!! nuestra cultura de la imagen está podrida
ResponEliminajo, pues a ver si yo me encuentro con alguno de esos caraduras que buscan chicas jóvenes, porque es que ni eso veo... (o a lo mejor es que yo no soy tan joven como me creo)
ResponElimina(Besitos)
es cierto que vivimos en una sociedad obsesionada con la imagen, pero sinceramente, creo que depende mucho del trabajo que desempeñes para que de verdad esa discriminación se produzca, obviamente cara al público sin duda... al otro lado, no tanto.
ResponEliminaTe diría más, seguramente en tu historia, si optaron por ADELA en lugar de su compañero que es 5 años mayor que ella, es por otro motivo, a más antigüedad, el despido es más caro... me temo que tan difícil es que contraten a una mujer de más de 40, como a un hombre en los tiempos que corren...
En fin, los tontos si de verdad despiden a gente por su físico añejo a pesar de su valía, son los que lo hacen... la experiencia, es un plus impagable que jamás lo compensa una cara mona.
Un beso grande MIGUEL... para ADELA ¡¡ánimo!!:-)
Rockdelgo: Sí. Algo hay que hacer para cambiarlo.
ResponEliminaCris: La verdad es que hoy en día, para ciertos trabajos se necesitan chicas jóvenes. Los chicos, según este parámetro, envejecen mejor que las chicas, por lo visto.
María: Lo que está claro es que esto solo pasa en ciertas facetas del ámbito laboral, pero no me negarás, que el agravio comparativo no es patético.
Con este post podríamos estar debatiendo horas y horas...
ResponEliminaEs tristemente cierto lo que cuentas aquí. Desgraciadamente, aunque hayamos conseguido mucho las mujeres en las últimas décadas habrá cosas q nunca cambiaran. Por ejemplo, no deberíamos tener que luchar por ello.
Besoss!!
Vanessa: Es cierto, no se debería tener que estar luchando por ello, pero no queda otra opción.
ResponEliminaHas puesto el dedo en la llaga y no sabes hasta que punto me indigna tener conocimiento de situaciones como la que cuentas, Miguel.
ResponEliminaEstá claro que a nosotras se nos mide con otro rasero que a los hombres y la juventud y la belleza es un valor añadido que en ellos no cuenta. No hay más que ver a las presentadoras de los programas de la tv y a los presentadores.
Un beso.
Cristal: Lo dicho: "Las mujeres envejecen antes que los hombres"
ResponEliminaAy si tan solo en este mundo no fuera necesario el aspecto físico,si se juzgara a la gente por su eficiencia y nada más,pero bueno, así son las cosas la belleza importa,la juventud vende más,la gente es descartable lo cual es una pena,en parte es cierto que es más exijente todo hacia la mujer,pero hoy en día también el hombre sufre ese rigor,desde que es reemplazado por alguien más joven hasta incluso que segun que trabajo la mujer tenga prioridad tan solo por ser mujer,ya que llaman mas la atención que los hombres,atraen más clientes.Además a los jóvenes por su inexperiencia es más fácil explotarlos!Un abrazo Miguel un placer pasar por aqui! saludos a tu familia!
ResponEliminaBuen post Migue! Es un gusto regresar y ver como pones el dedo sobre la llaga en un tema que a pesar del paso del tiempo sigue siendo tabú en nuestra sociedad. Te felicito. Hay que levantar la voz en esto, no podemos dejar que siga pasando. Todos nacemos iguales. Un enorme abrazo!
ResponEliminaIsol: Y no solamente es el aspecto físico lo que importa, sino la juventud.
ResponEliminaP. Vargas: Todos nacemos iguales, pero la vejez, le llega más pronto a la mujer. La sociedad quiere mujeres jóvenes, no mujeres viejas, para según qué empleos.