Hace justo ahora un año escribí
este post. Ha pasado un año. La niña (Rosa), que como contaba en el post
recibía ayuda desde el aula hasta su casa por medio de un ordenador habilitado
con una cámara, al cabo de un mes vino a clase. Y lo hizo sentada en una silla
de ruedas. Tenía la pierna derecha entablillada. Al cabo de unos meses cambió
la silla de ruedas por unas muletas. Rosa estaba en tratamiento de un cáncer de
huesos. De vez en cuando faltaba a clase. Le estaban haciendo pruebas, después
del agresivo tratamiento a que había sido sometida. Pero Rosa es una niña muy
sensata y muy positiva. Y siempre que volvía a clase volvía con ganas renovadas
de ponerse al día en los estudios. Y así todo el curso. Al final aprobó todas
las asignaturas y pasó de curso.
Este año vi en la lista que me
dieron a principio de curso, que Rosa figuraba en ellas. Me alegré. Se trata de
una buena alumna. Y eso siempre se agradece. La duda que me asaltó cuando supe
que asistiría a mis clases era si vendría en silla de ruedas, o si por el
contrario entraría a clase con la autonomía que le daban las muletas.
El primer día de clase no vino.
Me dijeron que estaba en Valencia, que había ido al médico.
Pero el segundo sí que vino. Y no
lo hizo con silla de ruedas, ni con muletas, sino que lo hizo por su propio
pie. ¡Rosa estaba caminando sola! Me dio un vuelco el corazón. Me acerqué hasta
ella y le pregunté cómo estaba, y mientras yo observaba la longitudinal
cicatriz que tenía en la pierna derecha de arriba abajo, ella me explicaba que desde
el mes de agosto ya andaba sin las muletas. ¡Que ya está bien! ¡Que se ha
curado…!
Aquel día empecé la clase feliz,
muy feliz.
Que alegría! saber de su recuperación es una lección para todos.
ResponEliminaUn abrazo Miguel y otro para Rosa.
Lo recuerdo perfectamente Miguel, que enorme alegría,a veces el coraje y la ilusión, es la mejor ayuda a cualquier tratamiento.
ResponEliminaUn abrazo enorme para Rosa y un beso para tí.
La normalidad es la felicidad para muchos aunque sólo sepamos valorarla en momentos extraordinarios como este. Me alegro mucho de corazón. Muchísimo! comparto tu felicidad.
ResponEliminaUn beso
No me extraña que empezaras feliz aquel día. Es genial!!!
ResponEliminaBesos!
Qué felicidad. Al final estas cosas son las que muestran el lado feliz de la humanidad.
ResponEliminaDisfrútalo.
La verdad es que es un notición ¿Me alegro profundamente por Rosa!
ResponEliminaLe deseo toda la salud del mundo y mucha alegría en su vida.
El hecho de que estuviera conectada con su clase y sus maestros y la posibilidad de seguir las clases, con un objetivo claro a la vista, estoy segura de que ha contribuido mucho en su curación.
¡Bravo por ti y el resto de los maestros que la han acompañado y Bravo a sus compañeritos , aunque no los viera en la pantalla, ella sabía que estaban allí!
Besos
Lo repito: ¡¡me alegro profundamente por ROSA y por toda la voluntad que ha puesto en curarse y en completar el curso!! Con esas fuerza, nada de lo que se proponga en la vida, le será imposible.
ResponEliminaBesos
Bertha: Sí es una lección para todos. Si la vierais cómo sigue las clases y cómo trabaja...
ResponEliminaLore: La ilusión y el coraje que pone esa niña en su vida diaria es para mí (y para todos) una lección que hay que aprender.
Gemma: Gracias por tu comentario. Pues eso, ¡Rosa ha alcanzado la normalidad.!
Lourdes: ¿Verdad que sí...?
Diego: Sí, son esas pequeñas cosas las que te hacen ver que la felicidad se mueve por unos derroteros insondables, pero muy cercanos.
Myriam: Pues eso, que Rosa ha aprendido una lección importantísima. Y de paso nos ha dado una lección a todos los demás.
Jo, Miguel, qué bien... cuánto me alegro por ella. Lo mimsmo que lo siento por una chiquilla de mi pueblo con el mismo problema. Exactamente. Pero por desgracia no aguantó y faltó el año pasado.
ResponEliminaSi algo tengo claro, es que la Naturaleza nos puso aquí, y pasa de nosotros (con perdón) como de la mismísima mierda. Es lo que es, y punto. Así que por las mismas mejor alegrarse en este momento, sin más. Sin preguntas y sin buscar explicaciones que esa que te mencionaba jamás nos da.
Un beso para ti, y otro para ella :):):)
V: Pues eso, que a veces, se tiene más suerte otras, la vida es así. Pero cuando nos sonríe es bonito compartir la felicidad.
ResponEliminaMmmmm ¡¡qué alegría MIGUEL!! no me extraña que tu clase ese día comenzara feliz ¡¡cómo no viendo y sabiendo lo que veías y sabías!! me alegro muchísimo.
ResponEliminaUn amigo de mi hijo de 13 años, pasó por lo mismo, afortunadamente como tu ROSA, también está bien... así que he vivido muy de cerca algo parecido, es maravilloso ver la fuerza de los niños siempre, cuando salen de cosas de estas, aun más... cada vez que veo a ( DAVID, se llama así :-) jamás le pregunto por su pierna... solo lo espachurro en una abrazo fuerte, nos sonreímos y ya está ¡¡ a seguir adelante con el día y lo demás!! ...
Un beso muuuy grande para ti MIGUEL y otro igual de grande para ROSA ( aunque ella no lo sepa :-) tú y yo... sí:-)
Feliz domingo.
María: La verdad es que Rosa no sabe nada de todo eso del post. Ni se lo dije el año pasado ni este año. Pero ella no sabe que yo me siento feliz cada vez que la veo.
ResponEliminaSolo conozco a Rosa por lo que tú nos vienes contando, pero comparto tu alegría.
ResponEliminaUn abrazo
Luís Antonio: Gracias por compartir mi alegría.
ResponElimina:)
ResponEliminaLa mejor noticia que he leído en mucho tiempo.
Que bien!!!
Saludos.
¡Vaya! Esa sí que es una buena noticia. Imagino cómo debiste sentirte.
ResponEliminaMe alegro mucho por Rosa. No se merecía otra cosa.
Un abrazo.
Toro: ¿A que sí...?
ResponEliminaPerséfone: La vida, a veces, te invita a seguir viviendo.
Miguel, esos chicos luchan contra todo con una valentía impresionante. Sus logros académicos y la relación con sus compañeros son un refuerzo muy importante porque cada día encuentran motivos para salir adelante. Es una alegría cuando ves que eso sucede, que plantan cara.
ResponEliminaEl curso pasado tuve un alumno brillantísimo con una enfermedad muy grave. Este curso no le doy clase pero he hablado con él. A él se le ve bien pero su tumor está dando problemas. Le tenemos en palmitas pero es que coincide que es una persona excepcional así que la relación con él es un lujo.
La vida, que no es fácil.
besos.
Me alegro por esa niña y por ti, seguro que eres un profesor que le da ánimos y mucho cariño.
ResponEliminaBess,buen hombre¡
Angie: Cosas como estas que contamos son las que nos ayudan a comprender que la vida es dura, que no es fácil, pero que si se lucha, la mayoría de las veces vale la pena.
ResponEliminaMar: Pues sí, aunque creo que me ha dado ella más ánimos a mí que yo a ella. Porque Rosa es una niña con una fortaleza extraordinaria.
Me alegro muchísimo!! Y me alegro también por ti, que debe ser un pequeño triunfo saber que tú le has ayudado con tu apoyo. Un abrazo y gracias por tus siempre amables palabras en mi sitio.
ResponEliminaAna: Gracias a ti. Gracias por compartir mi alegría.
ResponEliminaSí, recuerdo la entrada, ¡cómo pasa el tiempo!
ResponEliminaCómo me alegra que esté curada, Miguel, es una buena noticia.
Un beso.
María: Pues sí, ya está curada, ahora va regularmente a la fisio. Pero ya está curada.
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