El hombre que no quería morirse
se rebeló.
El hombre que no quería morirse
se negó en redondo a bailar la Danza
Macabra.
El hombre que no quería morirse
nunca supo por qué la gente no se rebelaba contra la muerte.
El hombre que no quería morirse se
rebeló contra la costumbre de morir al final de la vida.
El hombre que no quería morirse
estuvo toda su vida luchando contra la muerte.
El hombre que no quería morirse
se buscó un mal enemigo.
El hombre que no quería morirse
no sabía que la muerte siempre gana la partida.
El hombre que no quería morirse
era un rebelde.
El hombre que no quería morirse
se murió el último día de su vida muy a su pesar.
El hombre que no quería morirse
yace muy serio en un lugar anónimo de un cementerio.
La muerte no hace prisioneros.
ResponEliminaLos mata.
A todos.
Saludos.
-Se murió el último día de su vida;que verdad tan grande...
ResponEliminaYa lo dice el sentir popular :con la muerte no hay tu tía o sea que todos vamos derechitos al mismo final.Esto se presta a reflexión: que en vez de acumular tantos despropósitos y tantas batallas regadas en odios: mejor disfrutar de todo lo que nos regala la vida y no en cantidad si no en calidad en el amplio sentido de la palabra.
Me ha encantado esta retaíla a la "Parca"
UN BESO YA SE ACABA IL DOLCE NON FAR NIENTE:(
El hombre que no quería morirse no vivió por luchar contra la muerte.
ResponEliminaNo hay mejor modo de vencer a la muerte que viviendo. VIVIENDO.
Un saludo
Toro: Todavía nadie ha salido vivo de este mundo.
ResponEliminaBertha: Yo creo que en el fondo todos pensamos como el protagonista del relato. No acabamos de querer enterarnos de lo que nos tiene preparado la Parca... y eso es lo que nos da vida.
Alis: Mientras vives, te puedes reír de la muerte. Pero quien ríe último, ríe mejor...
Y, sin embargo, es la muerte la que da sentido a cada instante de nuestra vida. Sin ella todo sería distinto. Seríamos inmortales y nos aburriríamos tal vez. No veo en la muerte un enemigo y sí todo lo contrario. No la ansío claro está pero me preparo cada día para ella. Cuando practicaba zen nos decían que nos imagináramos ya muertos, cubiertos por la mortaja. La vida adquiría otra dimensión. Creo que la reflexión sobre la muerte es necesaria y oportuna. No la veo indeseable. Una vez vi en la universidad un curso sobre la muerte a nivel filosófico y me atrajo mucho. Si pudiera asistir a algo semejante me encantaría.
ResponEliminaUn abrazo.
Joselu: Hay un refrán que dice: "si no puedes vencer a tu enemigo, únete a él". Y esto es lo que hacen las personas inteligentes. No vale la rebelión en este caso. Hay que negociar con la muerte...
ResponEliminaQueramos o no queramos morirnos, es lo que hay. Así que, mientras llega o no llega ese momento, habrá que vivir al máximo cada instante. Digo yo, ¿no? :)
ResponEliminaBesos, Miguel!
Lou: Pues eso mismo, a vivir, a vivir que son dos días (y uno en la mili...)
ResponEliminaFue rebelde pero a la parca no se le gana,cuando toca,toca,yo conocí una mujer rebelde que era mi abuela se fue cuando quiso irse,siempre me decía desde los ochenta años que escucho que me llaman pero yo me hago la tonta,no escucho! y al final terminó dejando que se la lleve cuando se cansó de vivir a sus 96 años.Un abrazo Miguel que tengas buen día!
ResponEliminaHada Isol: Es verdad, a veces las personas dejan a un lado la rebeldía y se dejan vencer...
ResponEliminaViure, morir. Una perfecta binòmia. Del no res a l'infinit; de l'infinit al no res. I en ella, cadascú. I amb ella, la incògnita de l'equació.
ResponEliminaMolts prenen la solució dels savis (ells sabran). D'altres, més agosarats, recelen del pastor i, potser, troben una solució a la seua mida. I, encara hi som alguns de menys curiosos, que ens fa mandra resoldre-la i... "¡A verlas venir!"
Sole: Una acertada reflexió la teua, Sole. Són múltiples i variades a més no poder les actituds vers la mort. Jo no sé quina és la millor, potser (com li deia a Joaelu) la millor manera podria ser la d'unir-se a l'enemic dona't que està clar que no se'l pot véncer.
ResponEliminajaja ¿rebelde? .. no, no ¡cabezota! ;) .. el escrito/ idea genial !! :)
ResponEliminaEl hombre que no quería morirse debería saber que la muerte no es una opción. Sí o sí, morimos, tal cual nacemos. Es el fin natural de los seres mortales, nunca he comprendido por qué ese terror a lo único cierto que todos sabemos desde que nacemos, es como agarrarse al marco de una puerta porque no queremos irnos de una casa en la que solo estamos como invitados. Personalmente solo tengo miedo a lo que pueda doler hasta que llega y al adiós de los que quiero, por lo demás siempre he pensado que es más terrible siempre para los que quedamos la despedida, que para el que se va... además, no puede ser muy terrible porque nadie vuelve;)
Pero dicho esto, fíjate! no creo que sea necesario vivir pensando en que hemos de morir, ni siquiera creo que deba preocuparnos, todo el tiempo que dediquemos a esa cuestión es una absoluta pérdida de tiempo en mi opinión, nadie ve una peli pensando durante la proyección cómo y cuando terminará..se disfruta lo más posible de la proyección y cuando aparece el the end...nos levantamos y a casita:)
Además, todo absolutamente todo termina, justo a su momento, ni antes, ni después de cuando toque;)
Espero que la vida de este agosto a punto de fallecer jaja haya sido muy feliz para ti y los tuyos, mi querido Miguel.. Mientras yo ( para que veas que incongruente soy ;) exprimo sus últimos días deseando que su vida se alargue y con él mis vacaciones pero ... ¡va a ser que no! .. jaja septiembre nacerá justo el día 1, ni antes, ni después ;)
Montón de besos interminables y mil gracias por tus letras! .. hasta otro ratito antes de.. morir jaja
María: Todo lo que empieza, termina. Ya está. Aquí está encerrada toda la filosofía de la vida. Tomarlo como algo que ha de pasar, y pasará cuando sea, o rebelarse inútilmente. ¡Tantas veces las personas se rebelan sabiendo que el fin está escrito...!
ResponEliminaCuriosamente he visto tus fotos de mili... Y yo he rehabilitado hace muy poco el CiM en Cartagena.... No lo reconocerías.... Un abrazo desde Murcia....
ResponEliminaAlp: Estuve hace poco tiempo por allí... y efectivamente: no lo reconozco.
ResponEliminaYo me rebelo contra el dolor y la injusticia, pero de poco me sirve...Ahí están campando a sus anchas...
ResponEliminaTengo tan asumida la muerte que no pienso en ella. Me preocupa, si acaso, y en cierto modo me rebelo, cuando mueren los que conozco y estimo.
Feliz comienzo de curso y un fuerte abrazo, Miguel
Luís Antonio: Sí, hay cosas por las que no sé si vale la pena rebelarse...
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