Ahora que se acercan las elecciones generales es común encontrarse con gente indecisa, con personas que no saben muy bien hacia donde decantar su voto, y esto provoca discusiones más o menos viscerales (el otro día, en un bar oí a alguien que decía con altisonante vehemencia que él antes votaba a un ladrón que a un socialista…) Pero últimamente está apareciendo en el ámbito electoral la figura del desencantado. Del desencantado con la democracia al uso, se entiende. Y esto provoca en algún sector del electorado una suerte de elector rebelde que no acepta el sistema.
Y ahí es donde se puede encuadrar al protagonista de este post.
Jesús había sido siempre un fiel votante. Siempre había votado a los suyos, porque eran los mejores según él. Los que mejor podían afrontar los graves problemas en que estaba sumido su país. Esto siempre lo había tenido claro en todo el tiempo que llevaba su país en eso de la democracia. Pero ahora, tras los últimos movimientos populares ya no lo tenía tan claro.
Se había contagiado. Y se había vuelto rebelde. Ya no creía en nadie. Estaba desesperado. Quería rebelarse, mostrar su descontento; pero con las armas de la democracia no veía el medio. Y se puso a pensar, y pensar… y al fin halló contra quién luchar, contra qué sublevarse. Y una tarde se lo dijo a su mujer.
- Cariño, ya lo tengo claro. Voy a rebelarme contra los verbos irregulares. Había pensado primero si no fuera mejor hacerlo contra las conjunciones copulativas, pero ellas, aunque tienen un nombre un tanto libidinoso, cumplen su función. Pero los verbos irregulares… ¡Malditos sean! ¡Yo los desafío! ¡Me enfrento a ellos! ¡No quiero pertenecer al rebaño que sin lógica alguna comulga con sus irregularidades!
Así dijo. Y su mujer se quedó parada sin saber qué contestar. Pero eso a Jesús le daba igual. El estaba satisfecho con su decisión y pensaba llevarla a cabo desde hoy mismo. Y así hizo. En su habla todos los verbos se convertían en verbos regulares. Así demostraba su individualismo, su lógica, su sensatez. Su rebeldía. Su no pertenencia a ningún bando adocenado.
Pero desde aquel día se dio cuenta de que la gente le miraba extrañada, incluso le miraba mal. Algunos se reían.
Y maldijo desde lo más hondo de su ser a los verbos irregulares….
Yo me uno a su lucha y si hace falta atacaremos también las preposiciones.
ResponEliminaA las barricadas!!!
Saludos.
Toro: Eso, eso, las preposiciones, que son muy puñeteras...
ResponEliminaLamento decirte que Jesús, por su mismo nombre, ya era un verbo (del latín verbum, palabra) irregular. Tanto pensar para no descubrir lo realmente importante. Si se hubiera mirado al espejo...
ResponEliminaPues andaremos con cuidado, que hemos de caber todos, y dejarnos conducir por el sentido comun,para no colgarnos, saber elegir es estar y hacer lo que hay que hacer....etc...
ResponEliminaHe hecho un repaso de verbos.
Gracias, maestro.
Un saludo.
Juan:Es verdad, pero esto él no lo sabía:
ResponEliminaAna: Si repasamos los verbos nos podemos encontrar con algunas sorpresas.
votemos a los versos sueltos
ResponEliminaLos verbos irregulares son los verdaderos anarquistas del lenguaje. Una rebelión contra ellos sólo puede ser hecha desde el pensamiento más conservador y derechista que concibe la regularidad como una parte del sistema.
ResponEliminaLo fascinante hubiera sido una rebelión contra los verbos regulares convirtiéndolos en irregulares para jolgorio de propios y extraños.
Un hermoso cuento.
Diego: Los versos sueltos son preciosos. Yo les votaría.
ResponEliminaJoselu: A lo mejor es que Jesús en el fondo es un conservador...
Lo de los verbos es una guerra, Miguel. Yo que enseño inglés, me paso la vida intentando que no regularicen lo irregular. Y les doy la fórmula para hacerlo: práctica y alguna dosis de ejercicio de la memoria, que no hay que dejarla atrofiarse. Pero nada, ellos insisten en verlo todo regular, en uniformarlo todo. Eso e inventar todo lo que se les ocurre en lugar de mirar en el diccionario es todo uno.
ResponEliminaLo que te digo: una guerra.
Besos.
Los verbos irregulares es que son pa echarles de comer aparte...
ResponEliminajajaajaj
Besos, Miguel!
Angie: Sí, estos verbos irregulares llevan implícita la beligerancia.
ResponEliminaLou: ...Y que lo digas.
Entiendo a Jesús perfectamente. El desencanto le llevó a ponerse en contra de los verbos irregulares. A mí me llevó a crear un rincón fuera del mundo desencantado.
ResponEliminaBesoss!
Mira,que sí, que hace muy requetebien, hay que rebelarse contra todo aquello que nos aborregue,ya sean verbos,pronombres o latinismos!
ResponEliminaEa!!!
Muy bueno Miguel,buenísimo.
Un beso.
jajaja MIGUEL si es que ya no puede uno si revelarse contra nada ¡¡xD, xD!! mira me acabas de dar una idea, cada vez que se me escape una falta de ortografía o altere el orden de las letras diré que es mi forma de revelarme frente al sistema...¡¡FUERA las H, las B, las V, las J y las Gs!! ¡¡abajo la tiranía opresora!! jajaja
ResponEliminaComo dice XAVI jajaja ¡¡ A LAS BARRICADAS !!
Mira aunque es tradísimo te voy a dejar un vídeo que me han enviado hoy que es así muy de esto... un tanto extremo pero se lo dejo a tu amigo para que se le pase la frustración de su fallida protesta...
Verás como con independencia de ideologías te pone en pie de guerra jajaja
¡¡SONRÍE!! y no olvides ponerte la peluca de greñas largas cuando la bailes ¿Ok:-)
Un beso muuuy grande MIGUEL y muy feliz finde
Vanessa: Yo también te entiendo a ti.
ResponEliminaMarinel: Es que es precisamente eso lo que quería Jesús: sentirse libre...
María: Gracias por aportar tu frescura y buenas vibraciones a este blog. Paso a ver el vídeo.
¿y qué más da que los demás te miren mal? Lo que importa es encontrar una causa por la que no sólo rebelarse, sino también vivir con energía.
ResponEliminaFirma otra desencatada.
Saludos.
Perséfone: Eso es, el caso es mostrar nuestra disconformidad.
ResponEliminaEs que los verbos irregulares, sobre todo cuando intentas aprender otro idioma, no sirven más que para ******.
ResponEliminaBesitos!
Cris: Eso es un buen motivo para rebelarse contra ellos...
ResponEliminaMe uno a esa lucha, di que sí... que una ya empieza a cansarse de tanta campaña!
ResponEliminabesines
Vane: Por lo menos los que luchan contra los verbos irregulares no hacen ninguna campaña...
ResponEliminaYo siempre que puedo me rebelo contra los imperativos es la única forma de ir a tu aire...
ResponEliminaUn beso.
Gemma: No está mal eso de rebelarse contra los mandatos, no.
ResponEliminaPues yo soy mansa mansa en este tema, por lo que veo. Porque a mí la lengua me gusta tal cual está, no me sobra nada... Ni acentos, ni irregularidades, ni preposiciones, ni adverbios... Me gusta tal cual es, con sus dificultades y sus palabros imposibles.... :S
ResponEliminaMe encantaría debatir con tu prota :D
Un beso, Miguel
Novi: Si es que a veces, lo que pasa es que tanta propaganda electorar enturbia las intenciones.
ResponEliminaMi primera oposición será contra los advervios. Lo tengo claro.
ResponEliminaSonrío.
Raúl: Pues es verdad, no lo había pensado antes. Los adverbios tienen su miga...
ResponEliminaVaya, pues me uno a su lucha! Pero a ver quién se une a la mía contra los apuntes que me tocan hoy de Derecho...
ResponEliminaY en cuanto a mi post y su pregunta: No sé si volverá. Solo sé que hace tiempo que la sonrisa no está, pero espero que regrese.
Un beso Miguel
La chica de los sueños: Poca gente se unirá a tu lucha....
ResponEliminaPor otra parte... la sonrisa siempre vuelve, siempre...
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ResponEliminaOjalá todos fuéramos así...
ResponEliminaBesicos
Habrá que rebelarse contra los verbos irregulares y si hace falta también con los regulares, los adverbios y si es necesario hasta con nombres propios jajaja.
ResponEliminaUn beso.
Belén: Si es eso lo que hace falta: implicación en los problemas reales...
ResponEliminaMaría: El caso es demostrar nuestro descontento.
Estan todos tan emborregados que a quienes nos rebelamos nos ven como los raros...cuando son ellos los raros que ven como estan las cosas y aún así no ven otras salidas...ainsssss hasta donde tendremos que vernos...
ResponEliminaMira para cambiar un poco de tema te enlazo Esto
BESOS
Loli: Pues sí tienes razón. Los raros son los que tienen opinión propia.
ResponEliminaYo hacería lo mismo si podiese, pero no podemos olvidar que "al principio fue el verbo".
ResponEliminaAntonio: Es verdad...ja,ja,ja...
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