Hoy hemos ido a ver a mi madre. Todas
las semanas vamos a hacerle una visita, pero hoy además, hemos aprovechado para
cambiarle la hora a los relojes, y es que desde que se murió mi padre hace poco
más de ocho años, esta tarea la realizamos nosotros.
Había un reloj que estaba parado. Hay que
cambiarle la pila. Me voy al cajón donde mi madre guarda las pilas y no las
encuentro. Remuevo un poco los cachivaches y papeles que hay allí y descubro
algo que me deja patidifuso. Es un paquete de tabaco sin abrir. Un ducados.
Pero un ducados de los de antes. Ni qué decir tiene que mi madre no fuma. Ni mi
mujer, ni mi hija, ni yo.
Cojo el paquete y advierto que
hay escrita con bolígrafo una fecha: 12 de enero de 1993. Aguzo la vista y
adivino en aquellos trazos la caligrafía de mi padre. Él lo había escrito,
seguro.
Le pregunto a mi madre. No sabe
nada del paquete. Mi mujer, en cambio, acierta a poner luz en el misterio: “creo
que esta es la fecha en que tu padre se dejó de fumar.” Es verdad, tiene razón
mi mujer; ahora me acuerdo… mi padre quiso sellar sobre aquel inmaculado
paquete de ducados su decisión de no volver a abrir jamás un paquete de tabaco.
Y allí estaba la prueba. Y este paquete no se abrirá ya nunca más…
…y yo lo guardaré para siempre.
Hoy tengo un día raro, para colmo llueve, ando sensible como loca-mala, entonces iba leyendo y me agarraba un nudo en la garganta. Sé lo que es dejar de fumar, y puedo imaginar lo que se siente al ver el atado que guardó con la fecha de tal sacrificio. (Porque lo es)
ResponEliminaMe gustó muchísimo el texto, mucho Miguel, siento nostalgia ajena.
Te mando un abrazo, con cariño
Ay Miguel, con tu entrada me has recordado a aquellos paquetes que compraba de Ducados, porque era los que yo fumaba hace años, por cierto tenía un vicio exagerado, y recuerdo que cuando dejé de fumar hace años, al principio guardaba los paquetes como si tuviera miedo de tirarlos por si me entrara el mono jajaja pero luego al ver que fui siendo capaz de dejar de fumar, cogí y los tiré a la basura, mira, no en cambio tu padre, que dejó guardado el paquete de tabaco con la fecha en que dejó de fumar, yo ni recuerdo en qué fecha dejé de fumar y sí me gustaría haber hecho lo que tu padre.
ResponEliminaUn beso.
Por cierto esa fecha quizá te pueda llegar a traer suerte ¿no vas a probar en comprar un décimo de lotería para navidad con ese número? fíjate aunque no soy supersticiosa, yo en tu lugar sí lo compraría.
ResponEliminaOtro beso.
Entrañable historia la que nos narras hoy Miguel. Un tesoro vestido de paquete de Ducados, que encierra nostálgicos recuerdos de hace veinte años.
ResponEliminaEs curioso descubrir, como a veces lo mas común, se convierte en lo mas importante.
Un abrazo Miguel
Miguel, ese paquete de Ducados sin abrir es como una cápsula del tiempo. A veces pasan cosas así, abres un cajón y encuentras inesperadamente un retazo del pasado. "Son aquellas pequeñas cosas...", cantaba Serrat. Imagino tu emoción al tocarlo, al ver la letra de tu padre. De alguna manera, los que se han ido aún están entre nosotros. Algunos lo consideran superstición (buena idea la del número de lotería), otros, como yo, somos incapaces de tocar ciertas cosas de los muertos. En cualquier caso, una auténtica "resurrección", muy acorde con estas fechas. Fíjate: mi hijo nació en un día como hoy, pero era 19 de abril. No ha vuelto a darse esa coincidencia.
ResponEliminaAprovecha tus esperadas vacaciones, a ver si no llueve como aquí. Un fuerte abrazo, colega.
Vaya, qué bonito¡
ResponEliminaUn pequeño gran tesoro.
Bss
Cualquier objeto es válido para atrapar de nuevo en la memoria,a aquellos a quienes quisimos.
ResponEliminaBesos sin humo.
Me pasa como a Vivian.
ResponEliminaSi.
Nostalgia ajena.
Saludos.
Pués tiene la friolera de 20 años que se dice pronto...Y gracias a una casualidad lo has encontrado, que recuerdos verdad...?.Es duro dejar de fumar lo se por el mío, que era un fumador empedernido y se el sacrificio que le costo dejarlo.
ResponEliminaUn abrazo Miguel.
El momento en que uno deja de fumar es recordado. Yo dejé en varias ocasiones hasta que lo dejé totalmente (o casi, porque en algún momento puntual fumé hace años). Un espacio significativo del pasado te ha vuelto hasta el presente, dos tiempos cronológicos se han cruzado y se han descubierto. Esta es la emoción que nos produce este relato en que es parte fundamental otro tiempo y la relación y recuerdo de tu padre que hoy se ha hecho presente, a ti y por extensión a tus lectores. Aquel gesto de escribir la fecha ha llegado veinte años después a internet. ¿Algún gesto nuestro será prolongado en el tiempo por nuestras hijas? ¿Algo nuestro quedará tan misterioso y vibrante como esa fecha que estampó tu padre? Es un relato enigmático porque se enhebran en él: tu padre, la muerte, el tabaco, la memoria, la proyección en el futuro y el instante presente en que escribimos.
ResponEliminaUff, qué bonito el post...
ResponEliminaAbrir un cajón y encontrar cosas que no recordabas o que no sabías que estaban allí... Pero con fecha, y además, con una fecha tan significativa, pues ¿qué quieres que te diga? Es para guardarlo para siempre, anda que no.
Un beso, Miguel!
¡Qué bonita historia Miguel! Y más con un protagonista tan antológico como un Ducados. Muy buena la memoria de tu mujer!
ResponElimina¡¡Qué post más bonito y más entrañable, Miguel¡¡¡ Si me veo yo en esa situación, me hincho a llorar, seguro. Que bonito, de verdad...
ResponEliminaUn beso muy fuerte y gracias por compartirlo. Me ha encantado.
El pasado y la memoria están siempre ahí, agazapados, esperando que alguien venga a despertarlos.
ResponEliminaVivians: Gracias por tus palabras. Con la fecha marcada quiso manifestar su decisión.
ResponEliminaMaría: Es una fecha que me dice algo. Desde luego.
Clara: ...Y es que la vida está llena de pequeñas cosas como esta.
Yolanda: Pues aquí hace un tiempo casi diría que veraniego. Hace un poco de viento, pero hace muy buen tiempo. Aún me queda toda la semana que viene hasta el martes de vacaciones. Aprovecharé para descansar...
...Me ha gustado lo de la cápsula del tiempo. Es verdad. En este paquete hay un espacio de tiempo guardado que pertenece a mi padre.
Mar: Efectivamente yo creo que me he encontrado un tesoro. Aquí queda algo de lo que fue mi padre.
Marinel: Es verdad, la memoria se aferra a objetos y desde allí nos hace revivir el pasado.
Toro: Gracias por tus palabras. Me parece muy humano que sientas nostalgia ajena. Esto me reconforta.
Bertha: Mi padre llevaba fumando sesenta años. Así que, aquella decisión tuvo que ser firme y fuerte.
Joselu: Brillante comentario. Me ha gustado la profundidad de tus palabras. Y además estoy de acuerdo contigo. Yo creo que, en cierta manera, las personas vivimos con el secreto deseo de ser eternos mediante nuestros actos.
Lou: Lo guardaré siempre. Y además, la fecha me trae recuerdo, que como la tinta son imborrables.
Psicomata: Gracias por tu comentario. Y gracias a mi mujer por darme luz en el enigma de la fecha.
Novi: No lloré, pero me emocioné mucho, de verdad.
Toni: Y ese alguien puede ser cualquiera. Las cuerdas de la memoria y la nostalgia están templadas para que alguien pueda tañer en ellas su sueño.
¡Qué entrañable, Miguel! No me extraña que lo guardes para siempre. Un simple paquete de tabaco se ha convertido en un tesoro que guardarás toda la vida. También nos da idea de los sacrificios que hacemos y de que somos capaces de hacer cosas que nos resultan difíciles. A veces hay que fijarse en esas cosas porque nos dan fuerzas para hacer otras.
ResponEliminaYo confieso que hay días en que me fumaría un cigarro. Y hay otros que echo humo sin fumar. No, no, no. Me engancharía!!
Un beso.
Angie: Dejar de fumar después de casi sesenta años bien merece una fecha intangible...
ResponEliminaQuants "Ducados" ens hem fumat "mano a mano" ton pare i jo. Tu estaves al treball, ta mare amb Marta a la rehabilitació i ell i jo dinavem junts cada dia de feina. En acabar de dinar, i abans de replegar taula, ton pare agafava els "Ducados" i deia :"FUMEMUS...". Ens fumavem amb calma i silenci el cigarret, per a mi era la mitja ració de dos cigarrets diaris, ton pare tampoc en fumava massa. Després jo m'anava a treballar i ell es quedava escurant. I ara amb aquesta entrada he tornat a assaborir aquell moment d'entranyable plaer compartit
ResponEliminaL'autor ha eliminat aquest comentari.
ResponEliminaSole: Quines vivències més nítides i més entranyables...
ResponElimina...Ara em ve a la memòria aquells paquetets de "Gitanes" que li portàvem d'Andorra... i quan fumava "Celtes Curts".
Jo sé que tu i mon pare feieu molta lliga, i sé també que mon pare et volia molt.
Aquest comentari teu m'ha emocionat.
Yo dejé de fumar porque mi hija pequeña me lo pidió. Tan sólo tenía 6 años. Hoy, la ünica que fuma en mi familia es ella...
ResponEliminaPor eso a veces me entran dudas sobre el valor de la ejemplaridad...
Un abrazo
Es como haber encontrado una prueba de que era feliz, quería vivir más, y decidió que dejar de fumar se lo permitiría, ¿algo así, no? Como para no guardar el paquete y recordar la fecha pues...
ResponElimina:)
:)
Un beso, Miguel. Y otro para tu mami :*
Luís Antonio: A veces, la vida es contradictoria...
ResponEliminaV: Gracias Verónica. Le daré el beso a mi mami. A mi padre se lo enviaré al cielo. Sí, mi padre era feliz. Era feliz con sus cosas, y era feliz de vernos a nosotros felices.
Tu vida está llena de detalles casi mágicos MIGUEL, las cintas que coloca tu mujer SOLE y ahora este paquete de ducados. Es de esas historias para pasar de generación en generación ¿sabes cómo te imagino? un día con uno de tus nietos sobre el regazo explicándoles cómo su bisabuelo, hombre metódico, curioso y de voluntad de hierro un día hizo lo que nos has contado, decidió algo, le puso fecha y lo cumplió en silencio, para que su hijo 20 años después descubriera el tipo de pasta de la que estaban hechos los hombre de esa familia.
ResponElimina¡¡Enhorabuena!! tú nieto, como tú, se sentirá orgullosísimo de pertenecer a vuestra familia.
Un beso muuuy grande y graacias por contarnos este precioso hallazgo.
PD
Por cierto ¿te has dado cuenta lo que ocurre si juegas con las cifras escritas en el paquete y la fecha de tu entrada? mira 12/1 y 31/3 si sumas el 1 y el 2 te da 3, le pasas el 1 de enero y tienes 31 y si le pasas el el 2 de 12 al 1 de enero, tienes 3 es decir marzo... no sé... es una tontería pero quizá es verdad que los números encierran muchos más secretos de lo que a simple vista parece...
María: Precioso y agudo tu comentario. Me ha encantado tu forma de leer las vivencias de otra persona (en este caso yo) y esto demuestra que tienes una sensibilidad elevadísima.
ResponEliminaLo de los números, pues sí, es curiosos, pero el significado que encierran estas cifras no lo sé.
Es cierto, mi vida (como la de todos y todas) está llena de pequeñas cosas. Solo hace falta mirar hacia dentro y sacarlas a la luz.
El meu pare també fumava Ducados i el meu tiet, Gitanes :D
ResponEliminaJo, el primer cigar que vaig fumar va ser un Marbloro...no, no, menteixo! el primer va ser un d'aquells mentolats de la meva tieta i d'amagades perque el meu pare no volia que fuméssim, quan vam créixer ho va deixar però no crec que sigui per culpa seva que jo fumo, ni tant sols crec que ho sigui pel fet que de vegades em vé de gust un Ducados. Un dia però fare el mateix que va fer el teu pare i el meu, perque això si que li penso calcar :D
Aprecio molt aquest post, gràcies.
Petons!
¡Qué difícil es tomar una decisión así!
ResponEliminaDejar de hacer una cosa perniciosa con esa decisión pienso que no está al alcance de todos; pasa con más sustancias diarias o con hábitos muy anraizados en nosotros (el café, el acuzar, el alchol).
Yo ahora me dispongo a dejar el café; no soy muy adicto, pero cuando me pongo... creo que en el caso del café, por ejemplo, a uno le llevo al lugar contrario a donde quiere ir: quieres concentración y te excita, quieres entrar hacia dentro y te saca de ti..
Un abrazo, Miguel!
Gemma: Sembla mentida, però de cada cosa es pot fer una història. Tu, amb el llunyà (o proper, qui sap) desig de deixar el tabac; mon pare amb la seua decisió de marcar aquell moment per a sempre (tot i no dir-nos res a ningú) però que a la fi tots hem sabut. I és que la vida és axí, plena de xicotetes coses que ens fan veure que som vius.
ResponEliminaDiego: No es bueno mantener una costumbre (o vicio, si es perniciosa para la salud), pero también hay que calibrar hasta que punto es mala, porque si se toma con moderación, a lo mejor es buena porque nos hace sentir bien.
Que buena la decisión de tu padre entonces y que lindo recuerdo el que recibes ahora. Me encantó eso de "patidifuso".
ResponEliminaBesos
Myriam: Sí, sí, patidifuso. Sin palabras. ¡Qué pintaba eso allí!
ResponElimina