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"Estoy preocupado..."


“Estoy preocupado”, me decía el otro día un amigo mío, “…últimamente todo me sale bien.” Tras esta paradójica sentencia, pasó a explicarme el motivo de su congoja. Más o menos venía a decirme que él estaba convencido de que el azar, o el destino, era una fuerza igualitaria que tiende a equiparar a las personas, asignando a cada una de ellas las mismas dosis de bondades y maldades, (algo así como aquello de la filosofía oriental del Yin Yang) y que éstas se distribuían en cada persona de forma desigual, pero que, siendo este devenir algo tan equitativo, al final siempre se compensaban las dos fuerzas antagónicas, el bien y el mal. Con lo cual, después de una mala racha, ineludiblemente vendrá otra, pero esta vez buena, para compensar. En otras palabras, que no todo te puede salir mal, y al revés. Que después de la tempestad viene la calma, y al revés. De ahí la ansiedad de mi amigo que veía que estaba pasando una época de bienandanzas y temía el fin del ciclo y el comienzo del otro.
Yo no supe qué contestarle. Estoy convencido de que todo tiene su fin. En este mundo material no hay nada tan longevo que pueda adquirir la categoría de sempiterno. Todo es caduco y mutable. Por eso pienso que tal como dice el refrán “no hay mal que cien años dure”. Pero estoy tentado de pensar que también al revés. No sé, tengo una gran duda que no sé si alguien podrá hacerme salir de ella.
¿Es el destino tan democrático (como aseguraba Jorge Manrique en sus “Coplas”) que a todos iguala? O, como apuntaban los clásicos, es algo caprichoso, antojadizo y cruel, algo que está incluso por encima de la voluntad divina. No lo sé.

24 comentaris:

El rincón de Chiriveque ha dit...

Buena reflexión, Miguel, que yo te complemento con lo que siempre me digo. El futuro no está escrito, sino que hay que construirlo. Un abrazo.

Lourdes ha dit...

Pues a mí me pasa igual que a tu amigo: Que cuando las cosas me salen todas bien, me acojono. Sí, porque siempre me digo:-"A ver hasta cuándo dura... A ver cuándo me llevo el primer porrazo contra el muro"-.
Pero bueno, qué vamos a hacer? Cuando las cosas salen bien, vamos a disfrutarlas, y cuando salen mal, vamos a intentar que no salgan muy muy mal, no?
jejeje
Es una reflexión que me ha hecho pensar, vaya.

Besos, Miguel!!

fernando ha dit...

mmm siempre nos paramos a pensar estos temas cuando sale algo mal, pero no cuando tenemos una racha positiva. Un abrazo.

La Vero ha dit...

Pues dile a tu amigo que aproveche todo lo que peuda de los momentos buenos que tiene y que deje de preocuparse de si vendrá algo malo o algo bueno, porque igual lo que esta pasando ahora es bueno, pero no del todo, es decir, que puede venir algo mejor no???
Yo lo veo así.

Besos y abrazos

Fernando Manero ha dit...

El paso del tiempo no debe impedir el mantenimiento de la ilusión y la confianza en uno mismo. La vida está llena de altibajos,de momentos críticos, de abtimientos, de incertidumbres... pero también de todo lo contrario. Tener preocupación por muna cosa no está mal, pues es inevitable. El problema surge cuando de la preocupación se pasa a la desconfianza en las propias capacidades para afrontar el motivo que la justifica.

Nelita ha dit...

Mira Miguel mi opinión sobre tu amigo es que todo lo que uno piensa es, por eso hay que tener mucho cuidado con nuestros pensamientos, todo lo que pensamos, tanto en positivo como negativo lo atraemos, asi que depende de nosotros, y nosotros somos nuestros propios arquitectos humanos buen fin de semana saludos

Miguel ha dit...

Chiriveque: Me apunto tu reflexión. Es posible que el futuro no esté escrito en ninguna parte y que seamos nosotros quienes tenemos que construirlo.

Lourdes: Esto se podría resumir en aquello de vivir el momento ¿no? el futuro es tiempo por venir, y ya vendrá.

Fernando: Tal vez a mi amigo lo que le pasa es que en el fondo es es un hipocondríaco, y esto no le permite valorar las cosas positivas que le pasan.

La Vero: Pues esto es más o menos lo que yo decía en el anterior comentario, que por el miedo que tiene a que pase algo malo, no puede disfrutar del presente cuando es bueno.

Fernando Manero: Pues tal vez el tema esté ahí. En la falta de confianza y en pensar que el futuro no tiene por qué ser malo.

Nelita: No lo había pensado, pero es cierto. A veces la voluntad puede superar nuestros miedos o congojas.

Joselu ha dit...

Pienso que tu amigo razona con mucha lógica. La vida se salda con un rotundo fracaso. La muerte nos espera. Y no hay nada al otro lado. O al menos no hay nada que nos haga pensar lo contrario. Cualquier éxito se corona con el fracaso que supone la enfermedad, los accidentes, la decadencia y la muerte. A esto nadie escapa. Otra cosa es que durante la vida queramos mirar a otro lado y ver -lógicamente- las cosas con optimismo y nos obstinemos en considerar la botella medio llena. Esta visión ayuda a vivir mejor. Pero entiendo esos razonamientos que temen la llegada del mal tras los tiempos de bonanza. La historia de los individuos y las naciones equilibran ambos estados. No hay país que se libre de años de guerra y decadencia. Los momentos de gloria y éxito son pasajeros o efímeros. Alguien con sentido común temería con razón que todo haya ido demasiado bien. Hay quienes desean introducir en la vida algún factor de sufrimiento para empezar a equilibrar esa balanza, hay otros incluso que temen la felicidad y la consideran tabú y prefieren que su vida sea desgraciada para no atraer las fuerzas maléficas. Esta forma de razonar tiene su punto de razón, pero también puede convertirse en una enfermedad del ánimo. Quizás, el que pueda, ha de aprender a no juzgar, a no hacer categorías, a aceptar el destino con sus dosis cambiantes de suerte. La vida es una tómbola, como decía la canción.

Anònim ha dit...

mmmm... vaya, buena pregunta, y la verdad es que desconozco por completo la respuesta...
lo que si es cierto es que yo comparto la preocupación de tu amigo cuando paso una racha buena.

Besitos y feliz comienzo de semana!

Lujo ha dit...

Hola Miguel,
Me ha asombrado la reflexión de tu amigo.
Puede que suene raro, pero hace tiempo que aprendí a agradecer lo bueno y malo que venía. De alguna forma todo nos hace aprender e ir más allá.
Seguro que digo una burrada..., pero estoy agradecida por evolucionar como persona.
Abrazotes enormes para ti, Marta y toda la family

Miriam ha dit...

Pues dile a tu amigo que ya tendrá tiempo de atender la mala racha, y que ahora que todo va bien, no arruine con la ansiedad de lo que vendrá, un presente de bonanza.
Por que los seres humanos estamos mas preocupados en el pasado y en el futuro, que en el presente, en el ahora??
Nada podrá hacer hoy por lo que vendrá, porque no lo conoce, ni sabe cuando llegará...
Vivir el presente, para mi es la mejor forma de vivir mejor... El destino, el devenir, lo que sea ya se ocupara de lo demás.
Besos

María ha dit...

¡¡No sé MIGUEL!!

Yo no estoy muy segura que el destino de todos sea tan equilibrado como comenta tu amigo.
Yo, que creo soy de las súper afortunadas, claro que le tengo miedo a los palos, como todo el mundo.
De hecho, a veces, a pequeños contratiempos le llamo disgustos y luego pienso, ¡¡anda calla xD, vergüenza debía darte!!
Creo que hay gente, que desgraciadamente parece que ha venido a este mundo a sufrir. Las desgracias se le van acumulando de tal manera, que uno desde fuera, les admira pensando ¡¡cómo se soporta tanto sufrimiento!!
La muerte, nos llegará a todos, pero ni aún así iguala. En todo caso en el hecho de que llega, nada más. Hasta para morir unos sufren lo indecible y otros se van sin enterarse.

Yo creo que hay que exprimir la vida, cuanto más mejor, mientras nos de jugo beber y si un día vemos que se está secando, no conformarse y abonar, regar y oxigenar, cuando parece que se mustia y seguir buscando fruta. Lo que sobra es fruta y árboles, en esta vida. Preocuparse por anticipado es sufrir dos veces.
¡¡Qué fácil es hablar, por no estar callados!!...ja,ja,ja.


Muchos besos.

Miguel ha dit...

Joselu: Suculento tu comentario. No sé si al final me quedaré con aquello de la tómbola. Y que el destino es puro azar. Azar que no está sujeto más que a él mismo.

Vane: La verdad es que no sé bien por qué, pero hay mucha gente que acoge la felicidad con reparos, con prudencia, temerosos de que se les pueda ir de las manos.

Lujo: No dices ninguna burrada, es más yo casi te diré que pienso como tú. Yo también agradezco las cosas malas que me pasan.

Miriam: Lo que pasa es que las personas no estamos preparadas para vivir abiertamente el presente, porque estamos sujetos a la ansiedad del futuro y a la carga del pasado.

María: Me parece muy positivo y optimista tu comentario. Y te diré que es una buena filosofía para no amargarse pensando en futuras calamidades ni desafortunados hechos pasados. En otras palabras, pensar que el futuro se lo puede labrar uno mismo.

Sarashina ha dit...

Creo que a ese temor cuando todo va bien, se le llama síndrome de Némesis, y es natural. También se le llama "la envidia de los dioses", porque los dioses paganos no consentían la felicidad constante de los hombres y castigaban a los más afortunados. En fin, es una reacción psicológica normal temer perder la felicidad o el bienestar que se tiene. Yo no creo que haya un destino marcado, pero es cierto que no estamos aquí para quedarnos. Lo que es democrático es eso, la muerte, pero no la felicidad ni la infelicidad, las cuales se componen de azar y de trabajo, no sé en qué proporciones. No quiero decir trabajo en el sentido que se le da, sino en todos los sentidos, trabajar en la propia personalidad y en el bien para todos los demás en la medida de lo posible, y aceptar la desgracia como parte de la vida, si llega.

Arwen ha dit...

Nosotros llevamos una racha mala muy larga amigo mio espero que en compensación ahora venga una bien larga muy buena...una entrada muy buena, besitossss

Unknown ha dit...

creo que cuándo salen bien hay que disfrutarlas...creo en el merecimiento y en la siembra que hemos hecho...
creo que cuando sale mal hay que reflexionar, aprender de la experiencia, así no se vuelve a repetir...

me dejas pensando!!
un abrazo

Miguel ha dit...

Clares: Me ha parecido muy bueno y aleccionador tu comentario. Tomo nota.

Arwen: Ya verás como pronto cambia la racha y llegan los buenos momentos.

Adrisol: Totalmente de acuerdo. Hay que disfrutar cuando nos toca, y luchar por la felicidad en los malos momentos.

Esther ha dit...

He aquí el claro ejemplo, el destino es una palabra que nos hace plantearnos millones de cosas. NUnca acabaremos de cuadrarlo en ningún campo, nunca encajará en una descripción. ¿Qué es el destino? Será siempre una pregunta filosófica sin respuesta general.

Pero por mucho que reneguemos de él al fin y al cabo hay que agradecerle que despierte en nuestra cabeza la curiosidad, la curiosidad de vivir , de saber , de no renunciar a nada, de continuar pensando.

Desde mi punto de vista, no recogemos lo que sembramos, pero eso no quita que no sigamos sembrando.

UN abrazo y perdona que no te comente últimamente, pero el teatro, bachiller, y un millón de cosas más me condenan a parar a leer sin poder comentar. Aún así espero que mi nueva organización me permita no ausentarme tanto.

Yolanda ha dit...

Miguel, nadie quiere pensar en la desgracia que nos puede esperar a la vuelta de cualquier esquina. No estamos a salvo de nada y en el momento menos pensado un mal viento nos lleva, o a algún ser querido, así que por puro instinto de supervivencia nos aferramos al ahora feliz sin pensar en el después incieto. Por otro lado nos han hecho creer que atravesamos un valle de lágrimas donde lo natural es sufrir porque al otro lado está la recompensa eterna, así que consideramos lógico padecer y pasarlo mal. ¿Qué postura es más cierta? Quecada cual elija la suya. Yo, desde luego, no me mosqueo por las buenas rachas, las aprovecho y no me planteo nada más. Dicen que si te obsesionas con el cáncer, por ejemplo, acabas desarrollándolo. De lo que sí huyo es de las personas negativas y destructivas, quitan mucha energía.
Un abrazo, colega.

Miguel ha dit...

Esther: precioso tu comentario. Ya sé que estás metida en muchas actividades (a parte del estudio) y que lo priemro, es lo primero. Pero siempre que vienes por aquí eres bienvenida. Respecto al destino, la verdad es que yo no sé si recogemos lo que sembramos, pero yo hago lo posible por sembrar buena cosecha en un futuro.

Yolanda: Es cierto que uno no puede pasarse la vida mirando con lupa hasta dónde le toca ser feliz. Esto es una tontería. Hay que vivir el presente y hacer acopio de virtudes para desarrollarlas en un futuro.

Perséfone ha dit...

Siento discrepar son tu amigo. Aunque debo admitir que su "teoría" me resulta interesante, no la comparto para nada.

Es más, creo que somos nosotros los que muchas veces le ponemos fin a esas buenas rachas porque en lugar de vivirlas y aprovecharlas al máximo, andamos preocupados por el futuro.

No sé si existe el futuro o no, pero una cosa está clara y es que nadie puede leerlo, así que ¿Por qué no vivimos las cosas tal cual nos vienen y dejamos de preocuparnos tontamente?

Un abrazo.

Miguel ha dit...

Perséfone: Pues, la verdad, estoy de acuerdo contigo. Muchas veces, el temor a perder lo que tenemos (en este caso la felicidad) nos impide disfrutar del presente.

Susi ha dit...

Hola Miguel!
Entonces no debo preocuparme. Tiene que haber algo bueno esperándome.
Saludos!
Susi

Marinel ha dit...

Creo sin duda, que el destino nos iguala al final de este camino terrenal,como decía Jorge Manrique.Pero no así durante el trayecto.
Siento,por lo que desafortunadamente veo,que las malas rachas; esas que parecen durar cien años, en algunos lugares y a algunas personas,sí se les hacen eternas.
Otros, la inmensa mayoría tenemos de cales y de arenas,pero sentimos más fuertemente las malas,que solucionamos consolándonos con la idea de que tras la tempestad viene la calma...
¿Y si es al contrario?
Pues la verdad, yo preferiría no pensarlo y disfrutar del momento...
Aunque comprendo a tu amigo.
Interesante tema,Miguel.
Besos.

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