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Mi soledad


La soledad me acompaña siempre. Por eso nunca estoy solo. Me gusta estar con mi soledad. Ella me cuenta historias de tiempos pasados, de cuidados actuales, de afanes futuros. Me lo paso bien charlando con ella. Y es que mi soledad es amiga de enredos y habladurías. De chácharas y comadreos, pero también de ensueños y severas meditaciones. Ella fue quien me impulsó a escribir en los blogs. Yo solo no hubiera sido capaz, lo confieso. Pero con su constante presencia me siento plenamente dispuesto a abrir de par en par mis pensamientos y plasmarlos en la pantalla del ordenador. Algunas veces la pantalla se hace estrecha, corta, impotente para describir mis sentimientos, y la apago. Ante la negrura del rectángulo desconectado, hablo cara a cara con mi soledad. Y entonces me cuenta secretos inconfesables. Y yo la dejo hablar. Y siento que una eléctrica ráfaga de felicidad penetra por mi cuerpo. Y la paz envuelve mi ser. Y pienso en cosas vanas y fútiles, y veo que esto me hace feliz. Y entonces me dirijo ufano y cordial hacia ella y sonrío de puro placer.

Nunca, nunca estoy solo con mi soledad.

24 comentaris:

Marta ha dit...

Buen escrito papá.

Ya sabes que yo amo mi soledad, quizás a veces demasiado, pero me encuentro muy a gusto con ella. Sabes que tengo una buena red social, amigos, trabajo, familia, eventos, estudios... por eso creo que a menudo estoy recelosa de ella, de estar unas horas con ella. Pues la soledad me escucha y compendre, incluso a veces me recomienda que coja el teléfono y llame a alguien. Pero me gusta demasiado tener mi espacio, mi intimidad, no sé si podría vivir sin ella. Por ello me indigna que algunas personas (me refiero a personas dependientes) carezcan de ella!

Bueno, por último hay una Soledad que aún quiero más: Mi mamà!!!

Un besito gordo!!!

Sarashina ha dit...

Hay salgo que tenemos a veces, sobre todo en compañía de gente, que es el bullicio mental, aquel ir y venir de la mente que no te deja parar, que te hace ir de una cosa a otra sin un momento de calma. En la soledad, puede acallarse ese bullicio, porque incluso cuando hay cháchara es consentida y querida. No podría vivir sin momentos míos, solitarios, íntimos. Antes de acostarme, unos minutos de soledad, de silencio. A veces, en un paseo solitario, el encuentro con las calles, con las caras de los transeúntes, Otras veces, decisiones inmediatas: no vuelvo a casa, me siento aquí y veo pasar la vida en soledad. En el campo, una música, una lectura. Es parte de las necesidades vitales para mí. Comparto esa necesidad tuya.

Yolanda ha dit...

La soledad no impuesta es necesaria. Hay que saber defender ese territorio propio y único y disfrutarlo. Hace poco oí que alguien decía algo así como "qué buena es la soledad cuando tienes alguien a quien contárselo". Es necesario estar solo a veces, escucharse, verse a solas... Yo voy sola a muchos sitios y me encanta, no dependo de nadie ni tampoco molesto a otros. Otra cosa es la soledad obligada, impuesta, la del abandono y el desamor. Hay que estar a solas para escribir, para pensar, para aprender. Cuando uno sabe estar bien consigo mismo también lo está con los demás.
Cómo echo de menos mi ordenador...Me lo tienen que formatear y me siento un poco huérfana.
Un abrazo, colega.

Arwen ha dit...

Es verdad necesitamos momentos de soledad para relajarnos para evadirnos de tanto ajetreo diario...dejar vagar la mente en blanco y dejarse arrastrar por la musica...me encanta hacerlo es como escaparse y descansar...muy bonita entrada Miguel me has recordado que las cosas secillas son las mas hermosas...besitosss

Anònim ha dit...

Hay que saber disfrutar de la soledad y de la compañía. Debemos aprovechar lo mejor de cada una de ellas. Un abrazo.

Anònim ha dit...

reconozco que me gusta mas la soledad que el bullicio!!
disfruto estando sola y muchas veces, sólo meditando............
un abrazo y buen finde

Lu ha dit...

La soledad es nuestra mejor compañera en algunos momentos y, sobre todo, cuando necesitamos expresar lo que sentimos. Es la mejor consejera que nos hace reflexionar, pero, a veces, es la causante de que estemos con el ánimo bajo y conviene dejarla a un lado! Un saludo!

Hada Isol ♥ ha dit...

La soledad es muy buena compañera a mi me hizo mucho bien,y cuando no logro estar sola un instante extraño ese encuentro conmigo misma tan necesario para mi.
Conozco personas que se asustan de la soledad,y es porque no saben encontrar los beneficiops que esta tiene,todo en la vida es bueno,la companía es maravillosa y estar solo es igual de bueno,muy relajado perfecto!
Por lo que escribe Marta tu esposa se llama Soledad! Por lo que tu Soledad es tu compañera y amiga!
Me ha gustado leerte!
un abrazo!

Lauryna ha dit...

Me encanta mi soledad, cuando no se q acer nidonde meterme, me siento en mi puf, y hablo con ella, es genial. Porque escucha cmo nadia y nos conoce como nadie tb.
Un besito

Miguel ha dit...

Marta: La soledad siempre escucha y comprende. Todos tenemos derecho a ella. Es muy difícil vivir sin ella.

Clares: Yo creo que cuando estamos solos, nuestra mente adquiere una dimensión nueva. Son momentos reflexivos y creativos. Claves para vida de las personas.

Yolanda: Sí, la soledad no debe ser impuesta. La soledad es tan necesaria como necesario es estar con otras personas. Ambas situaciones con complementarias y necesarias para el rectro juicio.

Arwen: A mí también me encanta el acompañamiento musical. Siempre que estoy solo pongo música. Me ayuda a estar solo.

Fernando: Totalmente de acuerdo. Hay que saber apreciar lo bueno de estar solos y lo bueno de nuestra compañía.

Adrisol: Y es que cuando se está solo es cuando más fácil se puede relajar uno. Para meditar hay que estar solo.

Luuu: Efectivamente, la soledad no debe ser impuesta, sino buscada.

Hada Isol: Todos tenemos, o debemos tener, nuestro rinconcito donde exprersarnos a solas. Hay cosas que solo nosotros mismos podemos reflexionar, otras no, por eso también es imprescindible la compañía en ciertos momentos.
Por cierto, sí, mi mujer se llama Soledad, por eso Marta dice aquello de que es la Soledad que más le gusta.

Miguel ha dit...

Lauryna: A mí también me gusta hablar con mi soledad, siempre me escucha. Ya dijo el poeta aquello de "quien habla solo espera hablar a Dios un día"

Koi ha dit...

Nunca había pensado en la soledad de esa forma, como si fuera una amiga, una compañera, una guía en el camino. Me quedo con tu filosofía de no dejar a la soledad en el peor de los puestos :)
Un saludo.

Un par de neuronas... ha dit...

Miguel, en mi opinión, la soledad es una adicción. Hay gente que viviendo sola es feliz y otra que sola no puede. Hay gente que valora el silencio y otra que valora el bullicio. Otra que necesita estar aislada para pensar y otra rodeada de gente... Me he visto, en ocasiones muy duras de mi vida, obligada a tomar muy muy duras y drásticas decisiones mientras estaba inmersa en el mismo caos. Sólo he podido aclarar emociones y sentimientos, aclarar ideas o buscar una salida, en total aislamiento, frente al mar.

El resto del tiempo necesito espacios diarios de intimidad y, afortunadamente, los consigo... cualquier hora del día es buena para un momento contigo mismo.

Un abrazo.

Miguel ha dit...

Lady Escombros: Sí, yo, cuando estoy solo, hablo con mi soledad, y ella me habla a mí. Nos contamos cosas y compartimos sentimientos.

Verónica: Sí, totalmente de acuerdo, a veces uno puede encontrar la soledad enmedio de toda la gente, y otras, estando solo, no la encuentra. Hay que aprender a convivir con la soledad.

Joselu ha dit...

Me encantan los momentos de soledad, los viajes en soledad... Suelo escribir y describir mis estados de ánimo, soy mucho más sensible a ellos en esa compañía. Claro que sé que yo no estoy solo, que están los míos que desean estar junto a mí, y que yo aprovecho unos instantes, unas horas, unos días para saborear también mi soledad. Creo que sí, que es una entrañable compañera.

irene ha dit...

Me gusta la soledad, pienso que es tan necesaria como la compañía, hay que alternarlas, la soledad es serena, dulce, plácida, sobre todo la que se quiere y se busca, la soledad impuesta es otra cosa, la soledad compartida puede ser un paraíso, pero no es lo mismo que sentirse solo en compañía, aunque parezca un tópico, esto es lo más terrible.
Me gustan tus palabras, me siento muy identificada con ellas.
Un abrazo, Miguel.

La Vero ha dit...

Que entrada más bonita, me ha gustado.
A mi personalmente no me gusta la soledad, siempre quiero tener a alguien vivo cerquita de mi, incluso cuando estudio prefiero que este mi perrín conmigo a estar sola en la habitación. Me gusta salir y apsar un montón de tiempo con gente. Tampoco me gusta estar en la habitación sola, si puedo estar en el salón con mis padres.
Necesito a alguien a quien contarle aventuritas y tocarle un poquitin las narices jejeje

Saludos!!

Miguel ha dit...

Joselu: Realmente la sensibilidad en soledad aflora en todo su esplendor.

Irene: Como tú bien dices, hay que alternar la soledad con la compañía. Una tiene lo que no tiene la otra. Son complementarias.

La Vero: Aunque no te guste la soledad, creo que hay momentos que las personas necesitamos estar solas. Y en estos momentos hablamos con nuestra soledad de nuestros secretos.

Natacha ha dit...

Tampoco me siento nunca sola... conmigo misma me acompaño y aprendo ha asumir algunas cosas, a crecer en definitiva.
Un beso, cielo.
Natacha.

Mafalda ha dit...

Muy cierto.... cuando aprendemos a amarnos.. a conocernos... cuando sabemos vivir con nosotros mismos descubrimos a esa gran amiga que tenemos siempre a lado... y que se llama soledad... Y lejos de asustarnos o de negarla .. la empecezamos a disfrutar incansablemente...

Muchas gracias por visitar mi espacio... espero verte seguido por él... se nota que eres un gran señor y tus lineas en mi blog seran un regalo más de esta vida..

Besos!! =)

pd: te sigo!

María ha dit...

Hola, Miguel:

Acabo de dejar enlazado tu blog en el mío porque los estoy volviendo a enlazar debido al cambio de plantillas se me fué todo.

Muy bello este post que hablas de la soledad, en realidad, yo opino que hay dos clases de soledades, la que es amiga, que es la que elegimos en determinados momentos, y la enemiga, que es la no elegida, y esa es una auténtica agonía.

Me encantó estar por tu blog.

Un beso.

Abuela Ciber ha dit...

A tu edad esa soledad es saludable, alejarse del mundanal ruido y penetrar en nosotros para conocernos realmente.

Luego al pasar los años...a veces no es tan buena compañía.

Saludos.

Miguel ha dit...

Natacha: Yo creo, como tú, que las personas crecemos cuando estamos en soledad. Ahí no hay lugar para ironías, hipocresías ni mentiras. Es mirarse cara a cara con la realidad.

Zully Ellyane: Efectivamente, hemos de aprender a vivir con nosotros mismos. Solos con nuestra soledad.

María: Por supuesto, María, yo amo la soledad amiga, esa que yo busco y encuentro, pero odio la otra, la impuesta, la que me priva de estar en compañía.

Abuela Ciber: Yo pienso que siempre habrá un rincón en nuestras vidas, por muchos años que vivamos, para buscar esa soledad amiga que nos permite estar con nuestro yo. Pero, evidentemente, la compañía es necesaria siempre.

Anònim ha dit...

Hola,soy una chica sola, y la verdad es que leyendo vuestros comentarios me siento mejor, a mi tambien me ha gustado siempre,pero ultimamente me desespera sentirme sola,porque no es porque quiera, me estoy equivovando de sentimiento??
Deveria valorarla mas...

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