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Gratitud


Alcanzar la felicidad es el más firme y antiguo anhelo del ser humano. La mayoría de las veces la felicidad se nos muestra como un pájaro esquivo y engañoso. Los caminos que nos llevan hasta ella no siempre son claros y concisos, sino que, a menudo, son enrevesados y raros. Vivimos en una sociedad que no fomenta ni valora las virtudes clásicas de la especie humana. Y no las valora porque no son productivas. Pero os puedo asegurar que la felicidad se esconde detrás de cada una de las virtudes. La persona virtuosa es una persona feliz. Hay pues, que cultivar esas virtudes.

La gratitud es una virtud. Dice el refrán que “de bien nacido es el ser agradecido”. Y es verdad. Pero hay más, la persona agradecida es feliz.
¡Hay tantas cosas por las que estar agradecido! La preciosa canción “Gracias a la vida” de Violeta Parra encierra toda una filosofía sobre la felicidad basada en el agradecimiento. La autora de la canción da gracias a la vida porque le ha dado los ojos con que mirar, la risa con que reír, el llanto con que llorar… le ha dado todo…
Pero hay algunas actitudes humanas que pueden enmascarar y suprimir esta fuente de felicidad que es la persona agradecida. Me refiero a la ambición y a la soberbia. La persona ambiciosa no puede ser feliz. Porque no puede dar gracias por lo que tiene, pues siempre le parece insuficiente. Y la persona soberbia piensa que no debe dar las gracias a nadie ni a nada porque todo lo que ha conseguido ha sido fruto de su esfuerzo y trabajo.
En el lado opuesto está la persona agradecida. Aquella que piensa que el mundo está siempre a su favor, y pendiente de ella y le ofrece en bandeja la posibilidad de ser feliz. Aquella que nada ambiciona porque gracias a la vida tiene una casa y una familia y un trabajo y una salud que le permite vivir la vida cada día dentro de su ámbito.
Así pues, yo propongo desde aquí que hagamos un ejercicio de gratitud. Que hagamos recuento de las cosas que tenemos gracias a la vida, y de las personas que a lo largo de nuestra vida nos han ido dando cariño, amistad y amor. Si pensamos, veremos que sí tenemos motivos para estar agradecidos, y para ser felices.

26 comentaris:

Fernando Manero ha dit...

Interesante y oportuna reflexión a la que me suma plenamente. La actitud dignifica al ser humano y avala su calidad como persona. La gratitud no implica deuda, sino reconocimiento de algo que ha sido importante en la vida o en un momento determinado para quien la muestra. No reconocer explicitamente aquello que nos ha hecho ser más felices o nos ha ayudado a resolver un problema no es solo propio de los mal nacidos sino de los miserables y de los que, apoyados en su autosuficiencia, al final son los que más carencias ofrecen.

Ana Ovando ha dit...

¡Cuánta razón tienes! Lo malo es que si empiezo a hacer la lista, necesitaría otra vida completa. Son muchas las personas a las que diariamente les he de agradecer algo, desde cierto compañero que me ha enseñado a llevar siempre una sonrisa en la boca hasta todos esos alumnos que día a día me ayudan a aprender, sin hablar de otros cercanos (familia, amigos) y lejanos (compañeros de red), algunos incluso que ni siquiera saben el alcance de su influencia, aunque se lo diga en cuanto tengo ocasión.
Te agradezco esta reflexión imprescindible que has hecho en este artículo, especialmente en estos tiempos en los que cada uno va a la suya. Gracias, compañero.

Joselu ha dit...

Nadie sabe donde resuenan nuestras palabras que se quedan aleteando y vibrando en algún lado hasta alcanzar a quien las necesita de alguna manera. Una palabra sabia alienta en alguna parte la sabiduría, es una cadena que no se interrumpe. Por esa cadena en la que hoy me he sentido partícipe y receptor maravillado.

Yolanda ha dit...

Gracias por un post tan positivo a punto de empezar una nueva semana.Hay cantidad de detalles diarios por los que dar gracias a la vida y sentirnos afortunados. Muy cerca de mi colegio hay una fundación dedicada a deficientes psíquicos y cada vez que los veo pasar, acompañados por varios cuidadores, sumisos y pacíficos, no puedo evitar pensar en sus padres y en lo afortunada que soy por tener un hijo sano, inteligente y trabajador. Cada nuevo día ya es un regalo, como el aire, el agua, lo alimentos, el trabajo, la familia, los amigos, la música, el cine... No nos damos cuenta de lo afortunados que somos porque estamos acostumbrados al bienestar y cualquier contratiempo nos saca de nuestras casillas. No hay más que ver cómo se pone la gente cuando tiene que esperar un poco, o en un atasco, o cuando no recibe lo que desea. No hay nada peor que no saber disfrutar y pasarse la vida protestando por no tener lo que se anhela, muchas veces sin sentido. La ambición nunca me ha parecido buena ni sana, los ambiciosos son muy desconfiados, amargados e insatisfechos. Hay que huir de ellos, son portadores de energía negativa. La felicidad es productiva, la gente feliz trabaja más a gusto y genera "buen rollo" a su alrededor. Debemos empezar el día con una sonrisa, decir "buenos días" con sinceridad, tratar con amabilidad a cuantos nos cruzamos. La felicidad no es inalcanzable, pero es tan frágil que si la cogemos con demasiada fuerza se rompe.
Feliz semana, colega.

Unknown ha dit...

por supuesto que sí!!
hay que ser agradecido ya desde la mañana al abrir los ojos y poder disfrutar un nuevo día!!!
gracias por compartir esta profunda reflexión..

un abrazo

Anònim ha dit...

no podría estar más de acuerdo contigo!
Besitos y a pasar un feliz día!

Miguel ha dit...

Fernando Manero: Efectivamente, la gratitud no implica deuda, como tú dices, sino reconocimiento. Lo contrario, nos lleva a la infelicidad.

Ana: ¡Cómo eres Ana, la de la divina sonrisa! la que siempre está presta a enseñar o ayudar a quien lo necesita. Yo te estoy agradecido. Tú lo sabes. Y sí, Ana, el camino de la felicidad es ese que está lleno de personas que han sido importantes en nuestras vidas y a las que les estamos agradecidos.

Joselu: Las palabras quedan en la mente de las personas, nunca mueren, nunca son vanas, y si son palabras de aliento y sabias, se convierten en impulsoras de gratitud y felicidad.

Yolanda: Querida colega, muy bueno tu comentario. No puedo estar más de acuerdo. No te conozco personalmente, pero no me equivocaría al pensar que eres una persona que irradia felicidad.

Adrisol: Yo me paso el día dando las gracias a todo y a todos. Y me considero una persona razonablemente feliz.

Vanesa: Gracias por compartir tus sentimientos.

María ha dit...

Pues, yo contigo Miguel.

Me parece, que a menudo se nos olvida lo afortunados que somos y la de gracias que tendríamos que estar dando a todas horas.

Es la desgracia que tienen la gente pesimista, sólo pueden ver el lado negativo de las cosas. Siempre en constante queja y desconsuelo. Yo, ya me conoces, tengo la suerte de ser optimista por naturaleza y por eso, soy muy consciente de la gran suerte que tengo, con casi todo.

En realidad, en esta vida, todo es un regalo y como tú dices, de bien nacidos es ser agradecidos.
Te aseguro que yo doy las gracias desde que me levanto hasta que me acuesto...ja,ja,ja.
¡¡qué menos!!

Así es que Miguel, mil gracias ti por recordárnoslo, por si se nos olvida.

Muchos besos.

Un par de neuronas... ha dit...

Vaya, yo siempre incordiando, Miguel!!! como siempre pienso lo contrario. Justamente por vivir en esta sociedad o, mejor dicho este país, creo que el virtuoso y agradecido no tiene cabida y por ello mismo es infeliz. Porque las virtudes no se aprecian sino que se desdeñan. Un besoooo.

Miguel ha dit...

María: Pues ya ves, pensamos igual. Siempre hay motivos para dar las gracias por algo. Aunque no siempre todo sea perfecto. Las personas optimistas miran y encuentran la botella medio llena y dan gracias por lo que se han encontrado en la botella, en cambio, las pesimistas maldicen su suerte por encontrar media botella vacía.

Verónica: Estoy de acuerdo contigo (y así lo he escrito en el post) en que las virtudes, en este mundo nuestro se desdeñan, pero hay que aprender a ser virtuoso al margen de los dictados de la sociedad capitalista en la que vivimos y esforzarnos por darle importancia a estas virtudes, y en el caso que nos ocupa, hay que ser agradecido, hay que dar gracias a la vida, como canta Violeta Parra, "que me ha dado tanto..."

fernando ha dit...

y yo añadaría: debemos disfrutar con lo que tenemos y aprender a ser felices con esas cosas pequeñas. Un abrazo.

Lourdes ha dit...

Pues sí, es verdad. Hay que ser una mijilla agradecíos. Yo lo intento a diario. ¿Será por eso que soy más feliz que unas castañuelas?
jeje

Besos, Miguel!

Sarashina ha dit...

Si me pongo a pensar, tengo muchísimos motivos para estar agradecida a la vida: tengo familia, lo suficiente para vivir y un poco más, he sido educada y criada con cariño y lo mejor que se ha podido, no puedo quejarme, la verdad. Pero, como decía Sancho Panza, con sabiduría popular, no hay nada más gustoso que quejarse, por eso a veces me quejo. Con la boca pequeña o a sabiendas de que es un placer más que la vida me ofrece.

El rincón de Chiriveque ha dit...

Genial entrada, Miguel, me ha gustado mucho. Hay mucho que agradecer a la vida, menos lamentos, menos envidias y más disfrutar los buenos momentos.

un abrazo.

La Vero ha dit...

El post es genial, irradia felicidad y alegria por todas partes.
Por otro lado, deberiamos de ser bastante más agradecidos, pues, como dice el refrán: de desagradecios está el mundo lleno. Pero a su vez pienso que hay que ser ambiciosos porque creo que eso nos hace evolucionar y llegar a puntos que jamas pensabamos que podiamos llegar y me parece que así se viven experiencias increibles.

Besos y abrazos

Miguel ha dit...

Fernando: Por supuesto, ser felices a partir de lo que tenemos es una buena filosofía.

Lourdes: Pues sí, por lo poco que te conozco te diré que irradias felicidad y alegría por todas partes, y puede que esto sea debido a que estás contenta (y agradecida) con lo que tienes.

Clares: Pero si nuestro amigo Sancho tiene razón, no hay placer más a mano y barato que quejarse, de lo que sea, por vicio, pero esto no quita para que uno sienta agradecimiento.

Chiriveque: Efectivamente el camino no es el de la envidia y el de los vanos lamentos, sino el de mirar hacia adelante, valorando (y estando agradecido) de lo que tenemos.

La Vero: No, si no se trata de que la ambición la desterremos. Es bueno tener una cierta dosis de ambición, pero no basar nuestra vida en lo que no tenemos y ambicionamos.

Arwen ha dit...

Estoy de acuerdo amigo Miguel hay que agradecer tanto que nunca acabariamos de hacer la lista...y por tanto deberiamos ser muy felices, pero los problemas de esta vida que llevamos algunos ahora con esta crisis nos pesan mas que las cosas buenas porque ahoran son mas escasas ojala pueda pronto dar gracias por el final de esta crisis que esta destrozando tantas familias incluida la mia...besitosssss con cariño

Miriam ha dit...

Gracias!! por este hermoso post!!
Es verdad, debería ser un ejercicio diario. Al terminar el día enumerar las cosas a agradecer, seguramente siempre encontraremos alguna.
Agradecer por las cosas simples y cotidianas es la manera de comenzar a ser agradecidos con la vida.
Besos

Miguel ha dit...

Arwen: Es verdad que no todo nos puede salir bien, y por eso hay muchas cosas que nos hacen infelices porque no son como berían o quisiéramos que fuera, pero hay que mirar siempre hacia las cosas que sí tenemos y por ello dar gracias. Es un buen ejercicio.

Miriam: Si miramos a nuestro alrededor, siempre encontraremos cosas por las que estar agradecidos. Algo negativo no puede empañar todo lo positivo que ya tenemos.

Lujo ha dit...

Hola Miguel,
Voy a buscar la canción que mencionas pues no la conozco. Gracias por mencionarla.
Si te soy sincera la soberbia es de las cosas que no soporto. No puedo con ella y además me transmite mal onda.
Me parece lindísimo este post y me hace reflexionar sobre la cotidianidad que vivimos en este mundo loco.
Abrazotes enormes para ti, Marta y TODA la family!!!

Hada Isol ♥ ha dit...

Me gusta tu punto de vista,agradecer lo que vida nos dá es parte de sentirnos felices,agradezco lo bueno y lo malo porque de todo queda un aprendizaje,yo no anhelo ser feliz,solo quiero no ser infeliz,quiero paz,y que ninguna persona arruine nada más en mi vida y mucho menos en la de mis seres más amados,con esto yo ya estaría muy agradecida a la vida.
Me encanta leerte Miguel,un abrazo,y dale otro a Marta de mi parte!

Miguel ha dit...

Lujo: Pues es una canción que encierra toda una filosofía de la vida. Siempre tenemos algo que agradecer. Es preciosa. Y otra cosa, la persona soberbia no es feliz. Ella se lo pierde.

Isabel D'Mayo: Si como dices agradeces tanto lo bueno como lo malo, intuyo que amas la vida, y por lo tanto estás agradeciendo tener vida para poder vivir. Seguro que eres más feliz de lo que te imaginas.

Perséfone ha dit...

Cuando hablamos de felicidad la verdad es que no sé si el ser humano parte de una definición equivocada o es que directamente no sabe verla cuando se le presenta delante de los ojos.

Estas e suna gran invitación para aprender a hacerlo.

Gracias.

Un abrazo.

Miguel ha dit...

Perséfone: Me ha gustado tu reflexión; tan vez si pensáramos razonablemente veríamos que la felicidad la tenemos ahí, y no tenemos más que cogerla.

LJ-90 ha dit...

Wow, que buen post.

Una vez leí que la felicidad solo se alcanza cuando estas dispuesto a aceptar que jamás la poseeras...algo como que uno tiene que aceptar que la felicidad no siempre estara con nosotros, pero tenemos que saber aprovechar esos momentos felices en nuestra vida.

¿No soy claro verdad?

En fín, muy buen post, vere de pasearme por aquí más a menudo.

Nos leemos.

Miguel ha dit...

L-J-90: Pues no está mal la reflexión. Puede que la felicidad ande por estos caminos.

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