Es una tarde calurosa de verano.
Acaban de dar las siete y media. Buena hora para irme a tomar unas cervecitas
con mi mujer y con “Lluna”, la perrita de mi hija. Así hacemos. Emprendemos el
paseo marítimo rumbo al “Torreón”. La playa está llena de gente. La mar, en
calma. Hay barquitos veleros y pequeñas barcas de recreo que navegan paralelos
a la costa con paso quedo y suave cabeceo. También vemos bravas motos acuáticas
que braman escandalosamente mientras brincan sobre la mar. La apacible brisa
marina mitiga el calor. Las terrazas de los bares están a rebosar. La perrita
“Lluna” enarbola su peluda cola al aire en un claro signo de alegría y
despreocupación.
Vemos una mesa libre y nos
sentamos.
Nos tomamos una cerveza amenizada
con unas tapitas. Charlamos un buen rato mientras vemos pasar una amalgama
larga y jovial de bañistas que vienen de la playa. “Lluna” ha visto un gato y
se ha puesto a ladrar. La hemos reñido. “Lluna” se ha quedado mirando retadora
al inofensivo felino que desde una prudente distancia parece ignorar a la
perrita. Cuando el gatito se ha ido, “Lluna” opta por recostarse tranquilamente
bajo la mesa.
Se ha hecho hora de irse. Ya son
las nueve. Mi mujer se levanta y se dirige a la barra para pagar.
Yo me quedo sentado junto a la
perrita. Parece que tarda más de lo normal. Me giro y veo a mi mujer hablando
con una camarera. Espero. No sé de qué estarán hablando.
Por fin da por zanjada la
conversación y se dirige hacia mí con una sonrisa en la cara y un billete en la
mano.
-¿Ves este billete?- me dice mi
mujer enseñándome un billete de cinco euros en apariencia totalmente normal.
-Sí. ¿Qué pasa…?
-…Pues que es falso.
-¿Qué…? ¿Y cómo lo sabes?
-Me lo ha dicho la camarera.
Tócalo- Ahora sacaba otro billete de cinco euros- y comprueba con este.
-¡Es verdad! Tiene distinta
textura.
-Y además, observa. Aquí en la
parte blanca hay marcada una grafía.
-Sí, es cierto, parece una eme.
-Pues esto me lo ha hecho la
camarera. En los auténticos no se puede escribir.
-¡Nos han colado un billete
falso! Pero ¿Dónde?
-Bueno, pues en cualquier sitio,
en otro bar, o en la verdulería, o la panadería… vete tú a saber…
-Pues sí. Porque el cliente no
tiene la posibilidad de comprobar la autenticidad del billete que le han dado,
como ha hecho esta camarera. Así es que este billete me lo quedo yo. Y me lo
voy a guardar. Nunca he tenido, que yo sepa, un billete falso en mis manos. Y
ahora que lo tengo me hace ilusión guardarlo.
23 comentaris:
Ay qué cosas¡
Me voy a comprar una máquina de esas que examinan los billetes, me la cuelgo del cuello, y a todos sitios con ella.
Bss Miguel
Mar: Pues harás bien, porque por lo visto estamos llenos de billetes falsos.
Pues menos mal que sólo era de 5 euros...
Miedo me da!, con el poco dinero que corre ahora solo falta que la mitad sea falso.
Guarda bien el billete que a lo mejor con los años adquiere el valor de una obra de arte jaja.
Un abrazo Miguel
Da más coraje cuando te dan uno de 50 euros y es falso. Te lo digo yo..
:)
Besos!!
Circula muchísimo dinero falso es cierto, de hecho no es nada habitual que los billetes sean tan pequeños ( menos mal, has tenido suerte dentro de lo que cabe y además parece jaja que hasta te ha hecho ilusión, tú sí que eres el posivismo con patas;)) hay muchísimo billetes de cincuenta falso circulando por ahí, cuidadito con ellos porque eso de escribir o no en él, no es definitivo, hay un rotulador especial para detectarlos es muucho más barato que la maquinita y en nada me temo que andaremos todos con él en el bolsillo porque el primero hasta es una curiosidad cuando llevas un montón, te aseguro que la sonrisa cuando te lo dicen se te borra y cuando menos resoplas de rabia:))
¿Te imaginas a todos volviendo a morder las monedas como cuando circulaban los dobles de oro? Todos muerde que te muerde jajaja
Muaaaaaaaaakss!! enoorme mi querido MIGUEL.
Cuando he visto la imagen pensé que los descubrimientos iban aumentado su valor: la pulsera, un billetito... y resulta que no tiene valor económica.
Pero de recuerdo es otra cosa ;)
abrazos
Amelche: ...Pues sí, fíjate si llega a ser de 100...
Clara: Lo guardaré, lo guardaré. Una compañera, cuando se lo dije, se apresuró a pedírmelo. Quería verlo, quería tocar un billete falso. A lo mejor he encontrado una joya.
Lou: Pues sí. Total son cinco euritos de nada... pensé yo, pero si llega a ser de 50 o más, me hubiera cabreado, seguro.
María: Fíjate que me hace ilusión tener un billete falso. Pero si esto se repitiera, mi querida letrada, tendríamos que tomar cartas en el asunto.
Diego: Las cosas, mi querido Diego, tienen el valor que uno le atribuye. O por lo menos eso pienso yo. ¿a que sí?
Espero que si alguna vez me pasa, sea también con uno de 5 euros!
Quien os haya colado el billete falso, al menos tenía algo de corazón, jeje!
Besoss
"...Como la falsa moneda/ que de mano en mano va/ y ninguno se la queda..." La vieja copla sigue vigente: si cae en nuestras manos un billete falso (los de menos valor son los más comunes, según dicen) procuramos pasárselo a alguien cuanto antes, pero mira por dónde tú vas y decides quedártelo, anda que tienes cada ocurrencia...Hace muy poca gracia ir a pagar y que la cajera te diga "es falso" tras pasar el billete de marras por la maquinita. A mí me ocurrió una vez y me dio una vergüenza espantosa, como si fuera culpa mía. Lo había sacado del cajero, además, así que vete a reclamar al maestro armero... El que no corre vuela, ahora y siempre. Estamos rodeados de falsedades y falsificaciones, cuesta creer en algo o en alguien porque el menos pensado puede ser un traidor. Imagínate que pides un helado y lo pagas con un billete falso: ¿lo tiras? ¿Te lo quedas? Ah, la picaresca...
Feliz verano, colega. Disfruta de esas cervecitas vespertinas junto al mar, qué lujazo...
Si fuera de 500 euros no te haría tanta ilusión conservarlo.
Saludos.
Vanessa: Seguro que quien nos lo ha colado tampoco lo sabía, creo yo.
Yolanda: Querida colega, no te quepa la menor duda que las cervecitas no van a faltar (ahora mismo me estoy tomando una, pero en la terraza de mi apartamento) ni las historias. ¡Qué te parece esto del billete falso! A mí me ha hecho ilusión, fíjate. Y el billete lo he guardado, haciendo una metáfora del engaño.
Toro: ...O a lo mejor sí. El morbo es algo que tira mucho.
Yo no me lo hubiese guardado, lo habría tirado. No sé, para mí representa la mala voluntad de alguien.
Sí guardo uno de un dólar, que a su vez guardó siempre mi padre. No sé por qué lo hizo. Tal vez tampoco había tenido otro en sus manos nunca. Pero él lo guardó, y yo lo guardo... porque él lo guardaba.
Un beso, Miguel.
V: Pues mira a mí me hace ilusión guardarlo... ya sé que es una tontería, pero lo guardo. Igual que guardo una peseta (sí una peseta) que me encontré en la calle el otro día.
Afortunadamente es de cinco euros... Tendría que haber un sistema sencillo y práctico para reconocer su validez-
Peor que la falsedad de un billete es la de las personas. Y de esas también abundan...
Un abrazo
Aqui me ha pasado que en el mismo banco me filtraron dos billetes falsos asi que una aprende a distinguirlos bien pero fijate que cada día los hacen mejor,lo más triste es que a la gente mayor le hacen el cuento siempre con los billetes,uno en la camioneta lleva esas maquinitas pero no se puede andar con eso encima ,te imaginas el tiempo perdido analizando los billetes en el almacén,verdulería,carnicería pescadería,super,los mmás faciles de falsificar son los de Evita porque aunque el billete en si no es facil de copiar ,como lo concoemos bien pues siempre te dan un falso! sabes cuando leí el encabezado me dije buenissimo encontró un billete! igual es bueno ver que al menos te lo guardarás y que no te hizo renegar esta situación,además me ha encantado la antrada me pintaste un escenario hermoso,mientras leia me preguntaba como será la brisa que llega del mar?que aroma tendrá? que tan refrescante será? el día en que conozca el mar lo sabré mientras pasan los años y lo voy conociendo atravez de las sensaciones de los amigos que escriben coin tanto detalle como tu,escribes muy bien! un abrazo y que pasen un hermoso verano,ah y que no te cruces con un solo billete falso nunca más! para muestra un botón dicen! ya tienen uno para que más!
Espero que no me cuelen más billetes falsos. Soy muy confiada y no me entretengo en examinar los billetes que recibo. Pero pasas un poco de vergüenza especialmente si vas a pagar con él en un comercio (en mi caso era un bar) donde no te conocen.
No sé si quedó bastante claro que mi sorpresa fue real. Di uno de 20 euros y todo se solucionó. Pero desde ese día no he vuelto a ese bar, me da no sé qué.
Luís Antonio: La falsedad la odio en todas sus facetas.
Isol: Gracias por tus amables palabras. Pues sí, me loo guardé. Y aquí estará. Como algo anecdótico. Lo malo es si hubiera sido de más valor... aunque estoy seguro que también lo habría guardado.
Sole: Tienes razón, cariño, porque igual pensaron que tú eras la pasante...
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