Esta pulserita apareció un día
debajo de un sillón de mi casa. Se la encontró mi mujer. Me preguntó si yo
sabía algo de la pulserita. Pues no. Yo no sabía nada de esa pulserita.
Seguramente sería de la mujer de la limpieza. Y así quedó la cosa.
Llegó el miércoles y vino Mari
Carmen, la señora de la limpieza. Fui con la pulserita a decirle que se le
había caído y que mi mujer se la había encontrado. Mari Carmen puso cara de
extrañada y me aseguró que esa pulserita no era suya. Entonces entró mi mujer.
Y me encontró con la pulserita en la mano. “Que dice que no es suya…” que yo le
digo casi con un hilo de voz. Y mi mujer me mira directamente a los ojos y me
suelta: “…pues tú sabrás.”
No supe qué contestarle. “Tal vez
se le haya caído a Marta”. “No, nuestra hija nunca ha llevado pulseritas como
esta.”
“Tírala a la basura, y ya me
explicarás que hacía una pulserita como esta debajo del sillón”. Mi mujer
hablaba con una media sonrisa llena de ironía.
Yo no sé si enfadarme o ponerme
serio y decirle que yo no sé nada de esa pulserita. Y que ya está bien de
mirarme con esta cara…
Total, que a día de hoy esta
pulserita es un misterio. Pero un misterio gordo. Ya ha pasado más de un mes y
el tema parece que se haya olvidado. Pero yo no lo he olvidado. ¿Quién demonios
trajo esta pulserita a casa?
Si alguien puede dar luz a este
misterio, ruego apunte sus sospechas, a lo mejor me ayudan a solventar el caso.
23 comentaris:
jaaa jaa Me imagino la cara de tu mujer...
El amigo de tu hija?
Ajá¡ eso es¡ tiene novio, y no quiere decirlo
Bss
Dale la vuelta al sillón, a lo mejor es un remate que se ha caido porque es un trocito de "pulpo" de goma.
Uff, que misterio...
Abrazos
A mí me parece más de un varón, de esas que usan los jóvenes, por ahí es de un compañero de estudio de tu hija.
No creas que el tema está olvidado, tu esposa seguro que se pregunta lo mismo que tú, aunque no lo dice. Esto no es un misterio, sigue buscando y luego nos cuentas, el dueño es terrenal.
Una abrazo Miguel
Mar: Que no, que no, que mi hija no trae a sus amigos a mi casa. Esto descartado. Y novio, no tiene, así que...
Clara: Pues lo dudo mucho, pero eso parece tal cual una pulserita, eso sí, muy pequeñita.
VivianS: Yo creo que el misterio no se resolverá jamás. Pero alguien la trajo aquí. Por muchas vueltas que le doy no consigo dar luz en la cuestión.
Alguna visita o a lo mejor la mujer de la limpieza trajo alguien que la llevaba o alguna amiga de tú hija...a lo mejor si dejas la ventana abierta alguien la puede haber lanzado y fué a parar debajo del sillón.
No es la pulsera en sí es la mala interpretación a que se presta.Espero que se aclare el misterio de la pulsera.
Un abrazo Miguel
La mujer de la limpieza tiene hijos?
Supongo que habrás descartado ya esa posibilidad pero es que no se me ocurre nada más después de leer tus comentarios.
Quizá es mejor que tú también lo olvides.
Besos
Jajaja pues no creo que la pulsera tenga pies para andar y llegar a tu casa jajaja.
Seguro que esa pulsera se la trajo tu mujer de regalo en alguna excursión a tu hija hace tiempo y ya ni se acuerda, di que haga memoria y que no te mire de esa forma que tú no sabes nada de nada jajaja.
Gracias por haberme hecho sonreir con este misterio.
Un beso.
A veces pasan cosas tan raras como la que cuentas, Miguel. Una vez apareció en el sofá de mi casa un anillo de matrimonio con una fecha grabada y el nombre de mi hermano. ¿Cómo demonios fue a parar allí? Mi cuñada recordaba haberlo perdido después de enseñarnos unas fotos de las vacaciones en su casa, pero yo no me las llevé, así que el anillo no pudo caer en el sobre. Y mira por dónde, meses después, aparece en mi casa.
Otras veces apariciones así dan lugar a serias peleas, como me contó una vez una compañera. La cosa pudo tener graves consecuencias, pero la capacidad de convicción de ella solventó el asunto. Algunos regalos los carga el diablo...
Quise contestar a tu post anterior pero no pude. En 1970 yo terminé 5º de Bachillerato (estudié por el plan del 57, qué mayor soy, tú debes de proceder de la EGB, supongo, si no, no me cuadran las cuentas). Sé que tuve buenas notas, pero no tengo ahora mismo a mano el Libro de Escolaridad para comprobarlo. Entonces el ritual era muy diferente al de ahora. Ya no existe aquella figura del bedel o del conserje (existen pero son distintos). En la Universidad nos daban las notas en "papeletas" los bedeles, de tal a tal hora, qué forma tan impersonal de recibir unas noticias a veces definitivas en nuestra vida... En cualquier caso, qué agridulce (en mi caso) recuerdo el de aquellos años, aún inocentes pero no inciertos. Qué largos veranos llenos de lecturas, de baños en la piscina o en el mar, de paseos con los amigos, de primeros romances raramente perdurables... Ahora sigue haciendo un calor infernal pero ya no somos (no soy) inocente y soy yo quien entrega notas, no quien las recibe. En todo caso, el estío es una época de baja presión (salvo excepciones, como estos años que nos toca vivir)en la que parece que nadie tiene culpa de nada, como decía Mafalda. Disfruta del descanso, colega, lo tenemos más que merecido. Un fuerte abrazo.
...estoy con Yolanda mericidísimo jejeje;)
Qué intriga¡
Bss
Los misterios, mi querido MIGUEL, son eso... sucesos sin explicación que siempre la tienen, aunque para nosotros nos sea desconocida... ¿en este caso?
Buuufff ... cientos de posibilidades...
Descartadas por lo que comentas que sea de ninguna de las personas que frecuentan tu casa... podría haberse caído de dentro del sofá jajaja podríais haberla llevado cualquiera de los que habitáis tu casa sin saberlo si quiera y finalmente se os calló ( imagina que alguien os la coló en el bolsillo, en el bolso, entre los apuntes, libros o mismamente el periódico...¿ y si se le calló a alguien de paso en tu casa? ... alguien que fue a llevaros algo, a arreglaros o instalaros algo ¿recuerdas que hace poco hablaste de que os habían ido a instalar internet:-)
¿Y si es de algún duendecillo despistado?:-)
Muuuchos muuuchos besos MIGUEL.
¡Qué gracia, Miguel! Lo primero que te voy a decir es que "a caballo regalado no le mires el diente", ya tienes pulserita.
Las sospechas sobre la mujer de la limpieza las descartaría de momento, porque dentro de mi lógica si la mujer que limpia se deja las pulseras debajo de los sillones hay que plantearse seriamente qué limpiezas está haciendo!!!
Es posible que tu mujer sepa más de lo que dice, y más si te mira con era ironía pícara, a ver si caes en la cuenta. Porque los hijos nunca traen a los amigos cuando estamos nosotros y esto se parece a cuando yo me encontré por la casa un pendiente con peces de colores. Vamos, blanco y en botella.
En cualquier caso, creo que cualquiera de las posibilidades expuestas más arriba también podrían ser válidas, al fin y al cabo todo son especulaciones.
Ponte la pulsera y sigue investigando.
Me lo he pasado genial leyéndote.
Muchos besos.
¡Si fuera un billete de 500 euros seguro que más de uno reclamaría su pertenencia!
Este post no te va a servir de coartada.
Confiesa!!!
...Miguel: estamos todos revolucionado con el misterio de la pulsera jajaja.
Un abrazo.
Bertha: No sé, no sé, porque mi hija no vive con nosotros, eso sí viene los fines de semana a comer, pero no trae a sus amigas... Mi mujer y yo ya hablamos del tema, pero yo no lo he olvidado. ¡Qué raro...!
Gemma: Mira, pues ahora que lo dices, la mujer de la limpieza tiene una hija que se dedica a hacer abalorios con cápsulas gastadas de café y cosas así. A ver si la tenía ella y se le ha caído, es extraño, pero no imposible.
María: ...Pero es que mi hija también me miraba con malos ojos cuando se lo dije... Ya no sé si es que me están tomando el pelo o es que los duendes existen.
Yolanda: Pues va a ser eso, un mal entendido. Y ya está. Lo que pasa es que yo no le veo la luz por ningún lado. Y tiene que haber una explicación. Mi mujer y yo ya no mencionamos el tema. Espero que mi mujer lea este post y dé su opinión.
Otra cosa Yolanda, yo soy de los últimos del plan del 57. Los que venían detrás de nosotros ya eran de la EGB, pero yo no. En fin, que ya casi que somos prehistóricos.
María: Será un duendecillo despistado. Porque yo, os lo aseguro, no sé nada de esa pulserita. Pero me pica mucho la curiosidad.
Angie: La pulsera la tiré a la basura. Porque así lo decidimos. Así que su historia ya se ha acabado. A partir de ahora, solo caben especulaciones.
Diego: Efectivamente. Pero esa pulserita, precisamente por carecer de valor, tiene más importancia.
Toro: Cómo eres Toro...
Bertha: A ver si mi mujer me hace un comentario y nos orienta un poco...
Total, que es un misterio...
Desde luego, te pasan unas cosas, amigo Miguel... jejejeje
Un beso!
Una pregunta... ¿Cada cuánto barreis debajo de los sillones??? Es que igual es de hace años que está la pulserita ahí eh??
Eso es lo que un día le dijo mi hija a mi cuñada: "Marimar, se me ha caído un muñequito y no lo encuentro. Cuando barras por donde no barres nunca, a ver si lo ves...." :p
Un beso, Miguel
Me encanta ver cómo Miguel desencadena tanta curiosidad. Y la respuesta de Toro es la que más me gusta. Cuando encontré la pulsera (precisamente porque limpio según mi marido en exceso) me pareció un motivo excelente para poner un poco de salsa al asunto. A veces Miguel necesita que le quites el polvo de la rutina. Sabe perfectamente que me importa bien poco el origen de la pulsera, porque seguramente la explicación sea de lo más sencilla. Pero aproveché la ocasión para que vea que aún estoy con ganas de jugar a ser "la celosa" que no soy en absoluto. Me apetecía un montón. ¿Y la pulsera qué? Vamos a dejarlo en una anécdota con una pizca de misterio.
Lou: Lo malo del caso es que es verdad. No me lo invento. A ver si algún día puedo descubrir este misterio.
Movi: Pues buena es mi mujer para eso... se pasa el día limpiando (además de la limpieza que nos hace la señora de la limpieza dos veces por semana) así es que por este lado no se descubrirá el misterio. Sigue en todo lo alto.
Sole: ¡Hombre mi querida Sole! Contigo tenía yo ganas de hablar... A ver, explica la verdad de la pulserita a todo el personal que nos tienes en ascuas. Porque está claro que tú tienes algo que ver en eso... Y otra cosa, haces mal en darle la razón a Toro, es un mal pensado...
A lo mejor muchissimo tiempo atrás a alguna visita de la familia se le cayó o a lo mejor en la mueblería de donde viene esta pulsera una empleada la extravió y con el tiempo y el trajín cayó desde alguna ranura del sillón al suelo,es posible! o tal vez la señora de la limpieza está en esas etapás de la vida en la que el estrés le impiden recordar cosas y la trajo puesta porque la encontró en casa y era de alguna hija o nieta y llegó hasta tu casa sin que ella pueda recordarlo ahora como esos actos que una sin darse cuenta hace y olvida rapido,yo con mi despiste puedo asegurar que esas cosas pasan! cuando llega el invierno aqui yo te imagino con tu esposa en la casa de la playa,disfrutando del sol y del hermoso paisaje,que tengas un lindo verano!!!
Isol: Gracias por tu comentario. Pues de todas las posibilidades la de la señora de la limpieza es la más factible.
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