El hombre que no quería morirse
se rebeló.
El hombre que no quería morirse
se negó en redondo a bailar la Danza
Macabra.
El hombre que no quería morirse
nunca supo por qué la gente no se rebelaba contra la muerte.
El hombre que no quería morirse se
rebeló contra la costumbre de morir al final de la vida.
El hombre que no quería morirse
estuvo toda su vida luchando contra la muerte.
El hombre que no quería morirse
se buscó un mal enemigo.
El hombre que no quería morirse
no sabía que la muerte siempre gana la partida.
El hombre que no quería morirse
era un rebelde.
El hombre que no quería morirse
se murió el último día de su vida muy a su pesar.
El hombre que no quería morirse
yace muy serio en un lugar anónimo de un cementerio.