Es junio. La antesala del verano. El sol anuncia desde lo alto del cielo, apartando las nubes con sus brazos de luz ardiente, que la canícula está pronta a llegar. Y yo lo celebro mirando el mar. ¡Qué verde está hoy la mar! ¡Qué esperanza infinita transmiten sus irisadas olas! Me voy a quedar pensando en cosas veniales al amparo de la tornasolada espuma que despide el hálito marino. Casi no se oye mi pensamiento en mi mente de bajito que lo sueño. Y es que me gusta soñar en voz queda. Muy bajito, sin que a penas se oigan mis cuidados. Será por timidez. Será por prudencia. Tal vez por abulia. O a lo mejor es por recelo. Sí, sí, es por recelo. Ahora lo sé. Es por una injustificada y rara desconfianza conmigo mismo. Y es que no me atrevo a leer en voz alta mis intenciones. Por eso casi nadie las conoce. Algunos las sospechan, pero son muy pocos quienes las advierten.
Pero es igual, es junio y las gaviotas lo saben. Y extienden alegremente sus alas blancas al aire sin miedo a quemarse por el fulgurante aire que calienta el sol. Y yo voy a seguir mirando el mar. Tal vez miraré aquella barquichuela cercana que está recogiendo las redes del fondo del mar. O puede ser que me fije en ese barco enorme que hay anclado en el medio de la mar. O también es posible que aguce mi vista hasta el lejano horizonte y que lo atraviese, y que mi mente me ayude a vislumbrar las barcas de pesca que hace tiempo, cuando mi padre era joven y yo un niño soñador, a estas horas andaban arrastrando sus redes por el Mediterráneo azul, pescando estrellas que habían caído del cielo nocturno la pasada noche. Pero hoy, en este junio soñoliento no hay estrellas luminosas, ni barcas blancas que cabecean cansinamente al compás implacable de las cadenciosas aguas marinas. Sólo hay luminosos recuerdos. Felices evocaciones. Tranquilas esperanzas. Deseos de vivir…
Pero es igual, es junio y las gaviotas lo saben. Y extienden alegremente sus alas blancas al aire sin miedo a quemarse por el fulgurante aire que calienta el sol. Y yo voy a seguir mirando el mar. Tal vez miraré aquella barquichuela cercana que está recogiendo las redes del fondo del mar. O puede ser que me fije en ese barco enorme que hay anclado en el medio de la mar. O también es posible que aguce mi vista hasta el lejano horizonte y que lo atraviese, y que mi mente me ayude a vislumbrar las barcas de pesca que hace tiempo, cuando mi padre era joven y yo un niño soñador, a estas horas andaban arrastrando sus redes por el Mediterráneo azul, pescando estrellas que habían caído del cielo nocturno la pasada noche. Pero hoy, en este junio soñoliento no hay estrellas luminosas, ni barcas blancas que cabecean cansinamente al compás implacable de las cadenciosas aguas marinas. Sólo hay luminosos recuerdos. Felices evocaciones. Tranquilas esperanzas. Deseos de vivir…
37 comentaris:
¡Qué bueno que puedas seguir mirando el mar! yo, por el contrario, no puedo, porque le tengo lejos, pero sí puedo disfrutar de él desde la vista en imágenes, como la que tú has dejado, o vídeos.
A pesar de todo, Junio, sigue siendo Junio, con o sin mar, y puedo disfrutar de campos de la ancha Castilla.
Feliz mes de Junio, amigo... sigue disfrutando de tu mar y de tus reflexiones interiores, me encantó tu post.
Un beso.
Ay, Miguel, qué bonita tu visión de este mes incierto, a medio camino entre el verano y la primavera, cambiante, preámbulo de las vacaciones y lleno de papeles y últimos detalles para los implicados en la enseñanza... Te envidio por ese cercano mar Mediterráneo tan agradable en esta época, tan azul, antes de que llegue la marabunta estival con su griterío, sus sombrillas, sus pieles blancas a la espera del dorado a menudo abusivo. Junio debería ser más reposado, más antesala mental del descanso veraniego en vez de un mes incierto, con nubes y cielos despejados sin decidirse por ninguno, con los preparativos del ansiado éxodo que nos ponen de los nervios. Te imagino reposado frente al mar poniendo las notas, ultimando actas, firmando informes...
Feliz junio, querido colega. ¡Ánimo para los últimos coletazos del curso!
Miguel, Miguel, qué feliz eres frente a ese mar azul e infinito, el mismo mar de todos los veranos que vuelve de nuevo a mostrarnos que nada ha cambiado y que todo ha cambiado. Parménides o Heráclito. Y en ese fluir incierto, la sangre de nuestras venas y nuestro corazón que bombea se acompasa con ese íntimo latido del mar. Me gustaría vivir frente al mar, esa espada innumerable que decía Borges. Vivir, ser, estallar de gozo, no producir, no ser pragmático, fluir y no ser flexible que es lo que exige ahora el mercado. El mercado. El mar. Este verano no veré el mar. Me alejaré tierra adentro contrariando mi vocación de marinero en tierra... Buen estío y sigue con tus buenas vibraciones, no las comparto pero me sirven de referencia. Un saludo.
Echo de menos el marrrr!!!
:_(
El día menos pensado me vuelvo a Donosti!
(Besos)
Qué envidia de mar por favor...
Sois afortunados lo que lo tenéis cerca. Da mucha vida, paz y tranquilidad.
Un beso!
El mar tiene una presencia especial en estas fechas, en las que llega la cálida brisa con aliento salino. Aunque no lo vea, aunque no vaya a su orilla, sé que está cerca, a mano, y eso me tranquiliza.
Y si entra la morriña, un paseo por la playa me ahorra sesiones de terapia de grupo.
Gracias por esa foto y esas palabras tan evocadoras.
Pues a mí me parece genial que haya luminosos recuerdos, felices evocaciones, tranquilas esperanzas y deseos de vivir...
Y si es frente al mar, mejor que mejor, no?
Un beso enorme, Miguel!!
¡¡¡como se nota que llega el verano y que se acaba el curso¡¡¡
Estais todos los maestros eufóricos :P:P
Un beso, Miguel, y disfruta a tope de estos días tan llenos de brillo y aire limpio.
Jo, qué suerte, Miguel.
Siempre he soñado con vivir cerca del mar, así que te puedes imaginar hasta dónde me llegan los dientes, después de ver la imagen y el texto que las acompañan.
Con un poco de suerte lo veré algunos días este verano, pero siempre me sabe a poco y me cuesta mucho marcharme.
En fin, Miguel disfrútalo todo lo que puedas ya que lo tienes tan cerca.
Un beso.
Que envidia me estas dando solo de pensarlo!!!
Intentaré imaginar uno de esos paisajes que me encantan y que se parecen bastante para relajarme antes de los exámenes.
Ha sido fenomenal navegar por tus imagenes un momento.
Abrazos!!
Quéchulo saber que se puede uno reinventarse en Junio o cuando comienza el verano!
besicos
Creo que queda mucho en ti de ese niño que fuiste.
Y probablemente te ocurra, que receles con tímidez de tus propios sentimientos soñadores, capaces de embellecer los instantes, precisamente porque aún vive agazapado en tu interior,ese niño de sueños poblado...
Es absolutamente hermoso esto que has escrito.
Qué bello paisaje pintas entre sueños.
Mis felicitaciones.
Besos.
qué bonito Miguel! el mar es algo que da vida, a mi me recarga las pilas. Cuando estoy rara por alguna cosa, voy directa, lo necesito. Aquí tengo suerte pq lo tengo muy cerquita y más ahora apetece con el calorcito. Me ha gustado mucho tu visión de este mes, comparto muchas cosas. Besos, Rachel
Que bellos sentimientos! La verdad es que sentir el sol mientras se mira al mar, la tranquilidad que eso desprende hace que sea posible el no pensar.
Aunque este año, el mes de junio no está siendo demasiado caluroso, aquí ahora mismo llueve y hace frío.
Besines
María: Gracias. También en Castilla el sol refleja los rayos de junio. Pero yo estoy más hecho al mar.
Yolanada: Pues sí, estoy ultimando notas... tengo algunas dudas... y tengo que disiparlas antes del lunes. Pero este año ha sido muy bueno, y hay clases en las que he aprobado a ¡todos! Mientras disfrutaré de este prólogo veraniego.
Joselu: Pues yo te invito a que las compartas. Precioso comentario.
Cris: Donosti... estuve allí hace unos años, y allí el mar es bravío y serio. Pero me gustó. Aunque tengo que decirte que yo estoy muy acostumbrado a las maneras del Mediterráneo.
Cactus girl: Sí, no es por presumir, pero este mar es una bendición.
Antonio: Si estás cerca, además, puedes embriagarte con el olor a mar...
Lourdes: Las evocaciones si tienes algo de bueno es que pueden surgir en cualquier parte, pero si es frente al mar...
Novicia: Es verdad, estamos inquietos y eufóricos porque vienen las vacaciones, pero ahora tenemos un poco más de faena.
Cristal: Pues sí, yo me siento afortunado por tener este regalo que es el mar.
La Vero: Veo que has tenido tiempo entre examen y examen para dedicarte un poco a los blogs, espero que te hayan ido bien los exámenes. Me alegro de tenerte otra vez por aquí.
Belén: Es que siento un poco de emoción al pensar que se está abriendo una puerta hacia una nueva estación. Siempre me pasa, pero con el verano, con eso de las vacaciones, mi emoción es mayor.
Marinel: Sin ninguna duda. Has dado en el clavo. Mi infancia no ha pasado. Sólo me he disfrazxado de adulto.
Rachel: Tú también eres mediterránea, así que comopartes mucho de lo que he escrito en el post. Me ha gustado compartirlo contigo.
Vane: Es verdad, ahora mismo no hace mucho calor, han bajado las temperaturas, pero este mes tiene esto. Aún estamos en verano, pero ya se nota su presencia...
"...luminosos recuerdos..." Me gustó.
Recuerdos perdidos: Me alegra que puedas compartir conmigo mis pensamientos.
Pues fijate somos de los pocos que creo que disfrutan tanto de nuestro de mar,no se suele valorar lo que tenemos cerca.
Este verano lo voy a poder disfrutar a tope pues no trabajo,tengo unas ganas de meterme en el mar y es que todavia está helada para mi.
Te gusta pescar con caña?podriamos quedar y pescar o caminar y charlar .
UN BESAZO GRANDE ;)
Loli: Sí, si que es un regalo tener el mar tan cerca. Yo aún no tomo el baño porque el agua aún stá fría. Pero ya vendrá el verano...
Oh el mar! Qué hay más precioso que eso?
Pero es que además me trae demasiados recuerdos..
Que lindoooooooooooooooooo!!! y nosotros aqui entrando en el crudo invierno!!!!!!!!!!!
Pero así son las cosas y para disfrutar sensaciones de verano, primero habrá que pasar el invierno...
Mientras tanto me quedo mirando tu mar de verano y me voy hacia allá con las sensanciones.
Besos
Ante una situación tan compleja como la que estamos sufriendo, resulta relajante y llena de sosiego tu bella narración.
Un abrazo, Miguel
El mar es una fuente de inspiración permanente. Estimula la sensibilidad, alienta la respiración, vivifica la mirada, inunda los sentidos. Quienes vivimos lejos del mar, sentimos nostalgia y querencia por cuanto señalas en ese bellísimo texto, que resume a la perección el sinfín de sensación que aporta la visión de la inmensa lámina del agua con independencia de las estaciones.
La chica de las sonrisas: El mar siempre suele traer recuerdos.
Miriam: Es verdad, cuando aquí es verano, allí es invierno. Es el eterno retorno.
Luís Antonio: Ya sabes que no solo de pan vive el hombre...
Fernando Manero: El mar es una fuente inagotable de vivencias, recuerdos y pensamientos.
un gran mes que vamos a disfrutar todos. un abrazo.
¿'Sólo' tienes eso? ¿Y te parece poco? A mí no se me ocurre nada más valioso, la verdad.
Por cierto, ojalá yo también pudiera celebrar la llegada del verano oteando el azul del oceáno y no este mar de asfalto que tenemos los del centro...
Un abrazo.
El mar... manantial de energía y vida..
Gracias por compartir! Siempre es un grato placer el pasar a visitarte y salir bien.
Recibe un relajante y cálido abrazo de luz para tu ser.
Beatriz
Que bueno... que hermoso mar... el mes de junio acá fue hermoso un poco frio pero agradable gracias por compartir saludos
A veces, lo que más apetece MIGUEL,
es justo eso, dejar la mirada perdida, frente a un mar verde y precioso como el que tu tienes en frente y que tus secretos pensamientos, se acurruquen cómodoamente en tu cabeza, mientras la tranquila tarde de verano discurre con calma...
Seguro que alguno de esos secretos pensamientos estaba viajando a esas añoradas vacaciones que ya tienes a la vuelta de la esquina.
¡¡Vaya suerte profe!!
Pero que conste, yo soy de las que pienso, que si alguien merece vacaciones en este mundo sois vosotros, así es que cuando lleguen...
¡¡DISFRÚTALAS MUCHÍSIMO!!
Muchos besos y ¡¡FELIZ SEMANA!!
Fernado: Espero que así sea.
Perséfone: Pues no me parece poco, me parece un privilegio, un tesoro.
Beatriz: Gracias por dejar tu relajante comentario.
Nelita: Gracias por compartir otros "junios"
María: Me quedan un par de días, fíjate... y a disfrutar a tope...
Me recuerdas, amigo, a Jorge Sepúlveda y su "Mirando al mar". Estupenda creación y visión idílica estival. Abrazos.
Sin duda alguna, Miguel, junio es un muy buen mes, por lo general; dado que suele abrir las puertas al más físico de los ocios.
Chiriveque: Sí, sí, a mí también me recuerda esta canción cuando estoy sentado mirando el mar...
Raúl: Pues sí, ya es llegado el momento de dejarnos acariciar por el sol, por el agua de mar, y de pasear por la arena mojada.
Yo también soy de las que se evade del mundo mirando al mar. Y si como tú, lo miro atravésando un muro de verde follaje, más aún...
Contrastes de colores, momentos en los que las olas van y vienen, el paso de las gaviotas...
Todo sirve para pasar un buen rato.
Somos afortunados, Miguel.
Muy bella la imagen.
Besos
Montse: Pues sí, yo creo que todos somos afortunados si sabemos apreciar lo que tenemos.
Hola, Miguel:
Venía a desearte un feliz fin de semana.
Un beso.
Gracias María, lo mismo te deseo a ti.
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