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Al enemigo...hay que conocerlo



Tengo un amigo que es muy de izquierdas. Fiel a sus convicciones políticas, en su casa está vetado Canal 9. Prefieren ver TV3. Ahora que no se puede ver en la Comunidad Valenciana recurren a Canal Satélite para verlo en su versión internacional, pero algo es algo. En cuanto a prensa, es adicto a El País, y si no, también le he visto con El Periódico o Público. Hasta aquí todo bien. Todo normal. Cada cual tiene sus ideas y tiene que ser consecuente con ellas. Por lo demás, es una persona afable, cariñosa, muy amigo de sus amigos, y (valga la expresión) persona de orden. Por eso me sorprendió mucho el comentario que me hizo hace unos días y que paso a contaros.
Estábamos en un bar. Mi amigo llevaba bajo el brazo un ejemplar de El País. Nos sentamos. Dejó el periódico sobre la mesa. Me dijo que podía cogerlo que él ya lo había leído. Mientras yo me disponía a hojearlo, vi que mi amigo se levantaba y se dirigía hacia una mesa contigua. Yo alcé instintivamente la vista. Y me di cuenta que cogía un diario que había allí. Lo recogió y se vino con él hasta donde yo estaba. Cuando lo abrió, me di cuenta que aquel periódico era El Mundo. Me quedé perplejo. Pero si aquel periódico era demoníaco según él me había dicho en más de una ocasión. No entendía nada. Por eso le pregunté que por qué razón estaba leyendo aquel periódico. Y él, sin dejar de leer con fruición y con una convicción difícil de entender me espetó:
-Es que al enemigo hay que conocerlo…

22 comentaris:

Luis Antonio ha dit...

Cada vez tengo menos claro qué es ser de izquierdas. Las medidas que viene aplicando el gobierno del PSOE las podría firmar cualquier gobierno de derechas. TV3 ¿de izquierdas? Ni soñarlo. Si acaso peca de algo es de nacionalista...

Estoy de acuerdo en que para criticar algo hay que conocerlo. Yo tambiën ojeo diversos medios de prensa. Con los que no puedo son Intereconomía, Veo y similares.

Estoy más cerca de la filosofía socialista en la medida que se manifiesta más sensible con las cuestiones de carácter social, pero los partidoa, todos, en estos momentos no me merecen ninguna confianza. Por eso acostumbro a votar en blanco...

Un abrazo, Miguel

Miguel ha dit...

A mí me pasa algo parecido a lo que te pasa a ti. Y es que no veo cuál es el partido que tiene templanza y dirección valiente para afrontar los problemas. Pero en otro orden de cosas, te diré que aquí en la Comunidad Valenciana o País Valencià, como quieras, ver TV3 es de izquierdas, y ver Canal 9, de derechas. Eso es lo que hay.

Lourdes ha dit...

A mí como la política ni fú ni fá, pues no me planteo qué canal de televisión o qué periódico es de un partido político o de otro.
Lo más que hago es leer la cartelera, los pasatiempos y poco más. ;)
Vamos, que paso. Así, con ese tema, no me irrito.

Pero tu amigo tiene razón: Al enemigo hay que conocerlo. Y si es posible, verlo venir.


Besos, Miguel!

Marinel ha dit...

Sabes que?
Que odio los extremos,las exageraciones que se le dan a la política y a sus miembros,que por cierto...¿en qué se diferencian?
No sé yo...pero creo que se han uniformado...
Un beso Miguel

Anònim ha dit...

Yo tiendo a leer los periódicos de ambas ideologías, creo que como cada uno está orientado hacia una perspectiva entre la versión de ambos podré llegar a una conclusión más "real"... Hago lo mismo con los telediarios....
Bueno, cada uno tenemos nuestras manías, no? jaja
besines

Diana Puig ha dit...

Totalmente de acuerdo el enemigo es mejor conocerlo e incluso tenerlo como amigo... Maravillosa anécdota para dar a entender que es importante ser inteligente.
un abrazo, didi

Miguel ha dit...

Lourdes: Pues a mí me pasa lo mismo. Pero hay gente, como mi amigo, que no, que hay cosas que son "de las suyas" y otras que no. Y así pasa. Que tienen enemigos.

Marinel: Yo también huyo de los extremos. Son pernicionos para la vida sana.

Vane: Es que si solo lees una parte, te quedas solo con esta parted y con una comedura de coco impresionante.

Didi: Efectivamente, así es. Hay que saber todas las tendencias para luego actuar. Las contrarias también.

Joselu ha dit...

A mí me encanta hojear la prensa de derecha y disfruto enormemente al leer artículos de sesgo nacionalista catalán. Valoro simplemente si son buenos, si me han hecho dudar, y si están bien fundamentados, a pesar de que mis ideas sean diametralmente opuestas. Sin embargo, la derecha de este país es poco refinada y la mayoría de los artículos son capciosos, vulgares y están mal planteados. Me gustaría tener en este país una derecha razonable para poderla así votar. La derecha es la tendencia que se basa en el miedo: miedo a cambiar, miedo a las nuevas ideas, elogio de la estabilidad, de la seguridad, del orden... El mundo está bien hecho si seguimos los valores establecidos. Todo esto tiene un atractivo para mí, debe ser porque soy funcionario y peinaría canas si mi calvicie me hubiera dejado alguna. Yo me doy cuenta de que soy de derechas, profundamente conservador. Sin embargo, hay también un duendecillo inconformista y travieso que me lleva a desear un mundo razonable y menos injusto. Entonces vuelvo mi corazón hacia la izquierda desde donde vuelvo a contemplar el mundo no sin una sensación de desamparo también.

Es bueno conocer los otros puntos de vista. Hay una sección en El País digital que se dedica a analizar la prensa de la caverna y nos regocija con las barbaridades que dicen y presentan los de intereconomía, El mundo, La Gaceta, ABC, la Razón...

Yolanda ha dit...

Miguel, es cierto que hay que leer y escuchar medios y personas de todo tipo para hacerte una idea aproximada de la realidad, pero a veces resulta difícil digerir ciertos comentarios. Telemadrid es vomitiva, no sabes hasta qué extremos. Las demás, en conjunto, tampoco son del todo fiables. Me gusta La 1 y de las privadas, poco. Telecinco es asquerosa, Cuatro ha perdido tdo su interés al fusionarse con ella, la Sexta puede salvarse de la quema y Antena 3 apenas puedo verla por la mala calidad de la señal. La verdad es que me interesan sobre todo las películas; los informativos, poco. Prefiero, con mucho, la radio. Soy adicta desde hace años a la SER, me parece la mejor con mucha diferencia. Habrá quien diga que se les ve el plumero, bueno, y qué, pero siguen siendo los más rigurosos y profesionales. Tienen programas para todos los gustos y representan una ventana abierta al mundo sin excepciones. Lo que no me gusta son las tertulias, sean quienes sean los "tertulianos", me indigna que opinen y pontifiquen sobre cualquier tema, como si supieran de todo. Cuando hablan de educación, que es de lo único que entiendo, meten la pata hasta el corvejón, así que me imagino que pasará lo mismo cuando hablan de economía, elecciones o maltrato. Quizá el exceso de información lleva a la frivolidad, hay que llenar páginas y minutos como sea y es imposible mantener la calidad siempre. Me considero de izquierdas, a pesar de mis antecedentes familiares y la opinión de algunos d emis amigos, pero me gustaría que hubiera una derecha razonable y equilibrada en España,algo impensable con esos señoritos resentidos, prepotentes y chulescos del pajarraco azul. Aquí los padecemos en todo su esplendor, sé lo que me digo. Muchos creen neecsario un cambio, pero qué quieres que te diga, sabemos de sobra lo que nos espera con esta gente. No me fío nada de ellos, nos van a hacer retroceder décadas en asuntos sociales. Con la excusa de la crisis van a vender todo lo que puedan y a recortar prestaciones, como ya estamos viendo. En fin, quizá sea cierto que hay que conocer al enemigo, pero si tengo que elegir sé lo que no debo ver ni escuchar.
Feliz verano junto al mar. Coge fuerzas, las necesitarás.Un abrazo, colega.

Belén ha dit...

Hubiera quedado mejor diciendo que hay que conocer bien todos los prismas de la noticia ;)

Besicos

Toni Solano ha dit...

Totalmente de acuerdo con tu amigo. Creo que si todos hiciesen lo mismo, no habría tanta ignorancia en cuestiones de política e ideología; creer que uno tiene siempre la razón es algo peligroso y más vale sopesar las razones del contrario porque en ellas algo de sentido habrá.
Bon estiu.

Miguel ha dit...

Joselu: Yo creo que no es bueno leer prensa o libros en una sola dirección, creo que el ver opiniones diametralmente opuestas, enriquece nuestro espíritu crítico y hace que no nos aborreguemos.

Yolanda: Yo considero necesario tener un abanico de ideas a nuestra disposición, aunque sé que es difícil nadar contracorriente.
Bueno, ya estoy cogiendo fuerzas, aún descansando, pero ya con una perspectiva más o menos clara de lo que se me presenta para el curso próximo. En general las vibraciones son buenas, menos mal.

Belén: A mí lo que no me gustó (y tacharía) es la palabra enemigo ¿verdad?

Antonio: Yo estoy convencido que no es bueno para el espíritu andar siempre por los mismos caminos. Hay que variar. Bon estiu a tu també.

Hada Isol ♥ ha dit...

Y tiene razón! a quien uno considera enemigo hay que concoerlo tanto como a los amigos para entenderlo o para defenderse,en politica al verdad que yo no tengo preferencia alguna,aqui los mpoliticos todos me han hecho sentir que son iguales que algunas cosas ahcen bien y muchas mal,asi que no tengo una inclinacion por nada.
Me gusta leerte cuentas cosas cotidianas con una fluidez que atrapan,eres genial escribiendo!

TORO SALVAJE ha dit...

Creo que eso no son diarios.
Son panfletos al servicio de los partidos políticos.
La prensa libre murió al aceptar las subvenciones del estado.
A partir de ese momento se arrodilló y ya no ha vuelto a levantarse.

Saludos.

María ha dit...

¿Sabes MIGUEL?

Según he leído tu última frase describiendo como devoraba el Mundo... me ha parecido imaginarle hasta la cara de avidez y medio sádico jajaja seguro que como siempre me paso imaginando...pero no me gustan nada los que se escoran tantísimo a un lado u otro... ahora no existen izquierdas, ni derechas... las ideologías han cedido frente a los poderes financieros en todo el mundo...quien no lo vea está cegato perdido... es cierto que la prensa se posiciona a veces como dice XAVI, en función de los propios intereses editoriales o mejor, empresariales y por eso, para tener una ligera idea hay que leer de todo y finalmente sacar la media...

Yo también huyo de los extremismo, además en todo... al final es tan reaccionario uno que se dice de izquierdas, como uno de derechas, como un nacionalista, ultra religioso o ateo compulsivo...


Dile a tu amigo que relaje jajaja y lea a Astérix, le será más productivo...



Muchos besos MIGUEL y...¡¡feliz día!!

María ha dit...

Pienso que hay que leer varios periódicos, al igual que escuchar las noticias en varios canales de televisión, porque cada uno tiene distinto enfoque, según su prisma político.

Un beso.

Miguel ha dit...

Hada Isol: Muchas gracias por tus palabras. Yo también estoy un tanto al margen de los devaneos políticos.

Toro: Tienes toda la razón del mundo.

María: Lo de leer a Asterix ya se lo he dicho, pero no le caen bien los franceses... y es que no tiene remedio. Se ha posicionado en un extremo y de ahí no le saca nadie.

María: Estoy de acuerdo contigo, si no, nos aborregamos.

Arwen ha dit...

No me gusta la política...todos son los que manejan los hilos de las marionetas que pueblan este mundo de conformistas...pero tu amigo lo veo un poco obsesionado...un abrazo muy cariñoso...

Raúl ha dit...

La frase, a modo de sentencia marcial, no deja de tener sentido. Sin embargo, la prensa está tan polarizada y manipulada, que no sería de extrañar que los que hoy son "enemigos", mañana escriban lindezas sobre aquellos a los que antes vilipendiaron.

VANESSA ha dit...

Es bueno saber los pensamientos y tácticas que tienen ambos bandos. Como dice tu amigo, al enemigo hay q conocerlo, así se sabe mejor dónde atacar.
Besoss!

María ha dit...

Amigo, Miguel:

No tienes nada nuevo, pero deseo que pases unos felices días y disfrutes de tus vacaciones.

Un beso.

Miguel ha dit...

Arwen: Sí, un poco obsesionado porque ha tomado partido.

Raúl: Eso de cambiarse de camisa es muy político.

Vanessa: Pues sí se tiene un enemigo hay que conocerlo. Otra cosa es que uno tenga por enemigos a aquellos de signo político diferente.

María: Muchas gracias María.

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